martes, 5 de febrero de 2013

¿TE CASARÍAS CONTIGO?

Un escrito dedicado a las personas que buscan un amor muy grande, mágico, o ver un sueño realizado, pero que tienen el valor de luchar por todo lo que eso implica. Especialmente va dedicado para Jess, aquella niña hermosa que me dejó un comentario que me hizo ponerme de pie y aplaudirle, Jess, espero que leas esto y sepas que eres tú. Avísame.

Domingo, está a punto de llover, la necesidad de escribir se hizo espuma que subía hasta la garganta. Pedí que me llevaran a casa. “Tengo un date” expliqué. en realidad tenía una cita con las letras. No he podido dejar de pensar en todo lo que me ha pasado, personas que llegan y se van, cambios, una vida que a veces vives y no sabes si estás adentro. Se casa la gente, amigos se van, llega la lluvia, el sol se mete.
Somos historias. De repente alguien significa todo para ti y después es un extraño al que le dedicas la rolita “somebody that I used to know”. Somos días, algunos en los que creemos que todo va bien y otros en los que no sabemos ni cómo estamos de pie. Somos risas, somos tiempo que se cubre de ocio, desvelos, películas en la TV que ya hemos visto diez veces pero preferimos verlas a vivir nuestra propia historia, porque tenemos miedo, porque parece ser que no tenemos ganas.
Escribimos nuestra historia a nuestro modo, por lo que hoy pensé que todos somos escritores. Decidimos ser el personaje principal y llenamos con otros protagonistas estas páginas que no sabemos a dónde nos llevan aunque estemos siendo autores de este relato.
¿Qué vendrá después? Lo que tú quieras autor o autora de tus días, yo de mi domingo decidí alzar la música hasta que mis vecinos se enojen mientras deletreo esta diarrea verbal que tenía en el alma que quiere decir como la canción de “cu cu rru cu cu” : No sé que cosa.
¿Hacia dónde voy? Quisiera saber. ¿De dónde vengo? Todos somos producto del ayer, y como autores somos responsables y aunque algunos personajes entren y salgan sin nuestro consentimiento puedo decir que de nosotros depende si nuestra vida es drama, comedia o acción.
No te canses de vivir, no te canses de insistir en convertir tu vida en lo que quieres. Sal de tu zona de confort, entrégate a las sorpresas pero lleva contigo tu autoestima, ese que no te deja que pisoteen tus ideales. Ama pero lento, respira al mismo tiempo que agradeces estar vivo y sobre todo, si se te pega la gana cambiar de ritmo a la historia drásticamente porque sabes que estás equivocado grita como director de cine ¡Corte!
La vida es una, es impresionante, a veces pienso que no somos conscientes de ello y nos encanta saber que estamos equivocados y seguir por ese camino porque nos está llevando la corriente… u otra cosa, pero desgraciadamente hasta eso se acostumbra uno.
Salte de tu ritmo y ve tu vida desde otras perspectivas, estudia tus movimientos y decide, si es necesario, cambiar de rumbo. Las grandes decisiones son conjunto de las pequeñas, hoy por ejemplo, de haberme quedado podría tomarme unas cervezas que callaran mi cerebro que ya estaba lleno de letras. Pero me regresé a decirte, como “cu cu rru cu cu”: no sé que cosa. ¿Por qué? Porque hoy sé que tal vez escribir es una de las más grandes certezas que he tenido en la vida, obviamente después que la hermosa certeza del amor.
No sé que estoy diciendo, pero no estoy hecha bolas, es sólo que así como cambio de rumbo cambio de tema. Ahora quiero hablar de ayer, de la boda de adornos de plumas en la entrada, de mis amigos sentados en la mesa y yo pensano en todas las historias que hemos vivido juntos mientras ellos platicaban con sus parejas. ¡Cuántas parejas de ellos no he conocido!
Pedí un tequila, un agua mineral y me puse a jugar “Drawsomething”. Se sentó Brambila en un momento en el que pintaba con mis colores nuevos que había cybercomprado y por suerte mía me interrumpió.
Tomó un sorbo a su bebida y habló como si fuera un monólogo que ya tenía planeado. Mis ojos brillaron y pensé en la belleza que es encontrarte a alguien que busca las mismas locuras que tú, y cuando me refiero a locuras es porque útlimamente pareciera que el amor es la más grande.
“Yo quiero mi amor de película Lucía”. Comenzó a hablar… “Sé lo que quiero y si alguien no confía en que se puede tener ese amor que te llena no está en mi lista de candidatas… y no porque todo el mundo se rinda y encuentre un amor mediocre me voy a rendir y voy a pensar que todos tienen la razón y debo de encontrarme algo parecido al amor. ¡No! Y tú tampoco Lucía, no debes rendirte sólo porque a tu al rededor no veas lo que buscas… al menos yo no me voy a rendir…” Tomó otro sorbo.
- Me inspiras. – Le dije. Él sonrió y me volteó a ver pero creo que cuando le dije “me inspiras” no esperaba que hiciera un texto sobre eso al día siguiente. Y es que no es sólo en el amor de pareja, que sí es muy importante, pero también es personalmente el amor hacia “uno mismo” y hacia nuestros sueños y el amor que le tenemos a los valores que nos inculcaron que debemos de defenderlos como si fuera un hijo. Lo que buscas, lo que esperas, las mañanas bonitas que te has hecho, tu decálogo de buen ciudadano que has creado inconscientemente, la sensibilidad con la que ves las cosas, todas esas herramientas hay que defenderas y buscar más de ellas con la misma intensidad con la que Brambi me decía “no te rindas” refiriéndose al amor.
Así traduje sus palabras, entonces me trasladé a mi vida y a lo que había obtenido. ¿Había encontrado el amor? Y entonces me trasladé a una semana antes de aquella boda de ayer, justo a la misma hora más o menos pero un sábado anterior estaba con mi prima en un jacuzzi que tiene mi otra prima que estaba en México. Nos habíamos quedado a cuidar su depa y según esto íbamos a salir pero el baño de tina nos dejó platicando por horas desde lo que hacíamos en la infancia, los tíos que seguían juntos, los que se separaron y hablamos de lo difícil que era la vida en pareja.
Que los hombres son infieles, que las mujeres son mantenidas y por no luchar por su independencia se rinden, que los hombres son borrachos, que las mujeres se enamoran de los que no valen la pena y los hombres buenos son menospreciados porque nos encanta la mala vida y otras hierbas aromáticas de ese tipo, el caso es que llegamos a la conclusión de que estaba difícil encontrar a tu “otra mitad”, porque esa fue la pregunta inicial que le hice: “¿Crees que existe la media naranja?”.
Entonces empezamos a fantasear de cómo queríamos nuestro hombre ideal comparándolo con los primos: La simpatía de Alex, el físico de Ricky, la bondad de Pedro y comenzamos a crear a un hombre ideal de los hijos de nuestros tíos jaja.
De pronto cuando creamos al “súper yo” llegamos a otra conclusión. ¿Ese super yo se casaría con nosotras? Se nos abrieron los ojos. Entonces siguió otra pregunta ¿Te casarías contigo misma? Auch. Las dos nos sumimos entre la espuma. “Creo que no” contestamos.
- Hay que echarle más jabón.
- Mira que puercas estábamos la espuma está negra.
- Está bien caliente el agua hay que ponerle fría o nos va a bajar la presión.
Arreglamos los detalles y volvimos a la pregunta que estábamos evadiendo. ¿Te casarías contigo mismo? Nos reímos. “Hay goei yo creo que no” dijimos las dos. Entonces dejamos de estar exigiendo y nos volteamos a ver a nosotras mismas.
- Tengo una idea, hay que decir punto por punto por qué no te casarías contigo misma y así vamos viendo en qué estamos fallando.
Nuestros errores no los voy a comentar en público pero llegamos a la conclusión de que tal vez estábamos exigiendo demasiado.
Lo mismo pasa, no sólo en el amor y parejas y esas cosas, sino también en nuestros ideales. Queremos ser tal o cual cosa, el mejor en futbol, la mejor diseñadora, el jefe de la empresa, la mejor de mi clase, pero ¿Qué estamos haciendo para obtenerlo?
Después hablamos de la tolerancia. Llegamos a la conclusión en aquella tina llena de mugre que traíamos que nos gustaría que fueran tolerantes con nosotros pero no somos tolerantes con los demás y OJO no hablo de conformismo ni de creer que no merecemos lo mejor, pero si queremos lo mejor tiene un precio y en cuestión de pareja es también ser una buena persona, desear casarte contigo.
Entonces dejé ese escrito pendiente en mi cabeza y ayer que estaba en la boda y Brambi me dijo lo que me dijo y la nostalgia del día gris porque va a llover me hizo escupir toda esta lluvia de ideas que no sé ni cómo titular porque no se cual es mi punto principal.
Pero lo que sí estoy segura es que al menos si queremos lograr algo hay que intentarlo. Yo quiero escribir y que me sigan leyendo y si no escribo y me arriesgo a que les guste o no les guste no voy a lograr nada. ¡No hay que detenernos ni dejar los sueños para después!
A ver, estoy diciendo muchas cosas, déjenme leo lo que llevo escrito hasta ahorita para saber más o menos cuál es la idea y ahorita llego aquí con ustedes de nuevo pero con la conclusión del tema.
Ya leí. ¿Conclusión? En la vida hay muchos matices, decisiones, parejas, objetivos, y demás cosas que nos llevan a otros rumbos y cuando miramos hacia atrás nos damos cuenta del camino recorrido, pero lo que creo que es más importante aquí es que nunca, jamás, nunca, por ningún motivo, entregarle nuestra vida a la mediocridad. Es mejor ser un fracasado que intentó y nomás no ha podido lograrlo que un conformista que cree que todo está bien y de ahí no se mueve. No sé como voy a titular este post pero si llegaron a leer hasta aquí es porque ya saben como se llama, antes que yo jaja.

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2 comentarios:

  1. Estaba muy desquehacerada y para ser sincera un poco triste este día, hasta que leí casi en medio día la mitad y un poco mas de los escritos que tienes, haciéndome reír y recapacitar mucho! tienes un increíble talento y un angelote! sigue escribiendo que lo haces de maravilla
    !!!

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  2. No sé como llegue a tu blog, es como si a veces la vida nos pusiera enfrente justo lo que necesitamos y tus letras me han hecho mucho bien, gracias :)

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