martes, 5 de febrero de 2013

¿QUÉ HARÍAS?

El otro día al terminar una película me inspiré para inventar una teoría. Era media tarde y en el departamento pegaba una luz de esas que son el último empujoncito antes de oscurecer y a veces es más cálida y naranja que a medio día. Esa luz se reflejaba en la televisión donde estaban los letreritos que subían declarando terminado el largometraje y fue cuando la inspiración llegó y asó como Arquímedes en su tina de baño gritó ¡¡¡Eureka!!! así se vino a la mente mi teoría loca que les quiero platicar y parte de una pregunta.

¿Qué pasaría —- (inserte aquí su nombre) —– si hoy —- (inserte aquí la fecha) —–  te dieras cuenta de que tu vida se repite una y otra vez? Es decir, mueres y al día siguiente naces. ¡Una y otra vez infinitamente! Ojo, no hablo de reencarnación sino de una secuencia infinita de los días que viviste forever and ever.

¡Peeeeeero! (y esta es la magia de mi teoría) Te dieras cuenta de que afortunadamente esta es ni más ni menos que ¡la primera vida que vives!

¿Cómo Lucía?

Explico.

Tu vida se va a repetir una y otra vez pero por suerte no se está repitiendo esta vez sino que eres una vida nueva y lo que vivas esta vez se va a repetir una eternidad.

En cuanto pensé eso sobre mi vida, si fuera la primera, pensé en los momentos que voy a tener que repetir (de lo que llevo vivido hasta ahorita) y en lo que tengo que hacer en el futuro para que sea mega divertida y agradable de repetir hasta el infinito.

¿Si me estoy dando a entender?

Entonces, la salvación viene de ser la primera vez y tener la oportunidad de hacer las cosas puesto que si te dijera que ya estas repitiendo tu vida número 43204732840392 entonces no habría nada que pudieras hacer al respecto puesto que hagas lo que hagas será exactamente igual.

OK, Suponiendo que mi loca idea que ni siquiera creo sea verdad, fuera verdad…

¿Qué harías?

Creo que yo instantáneamente lamentaría las veces que me levanté más tarde, que por flojera no hice algo, las veces que dejé de hacer cosas por miedo o dejé ir sueños por desidia. Pero a partir de ese día trataría de vivir como los alcohólicos anónimos e intentaría desde que me despierto hasta que me duermo que todas esas horas valieran la pena como para repetirse.

¿Saben? Aunque eso no es verdad, me alegra actuar como si fuera así… “jugar a que este día se puede repetir infinitamente” y tratar de hacerlo increíble, aunque por otro lado me asombra el hecho de que tenga que inventar toda una historia macabra para tratar de vivir mejor. ¿No sería más fácil tener plena conciencia de nuestra existencia y en que el día que vivimos hoy jamás lo repetiremos?

Wow, creo que la realidad entonces se pone mucho más interesante. Este día —– (inserta aquí la fecha de hoy) —-  jamás lo vas a volver a vivir. Que increíble ¿no?

En fin, hoy me levanté filosofando sobre esto y sobre cómo a veces perdemos el tiempo, como por ejemplo, me impresiona la manera en la que invertimos tiempo en olvidar a alguien, tal vez podría decir que es más duro e intenso ese proceso que lo que lo disfrutamos. Igual con el perdón, a veces no perdonar a alguien y tener eso guardado dentro de nosotros es más duro proceso que la ofensa misma.

Perdón equipo, me estoy poniendo muy intensa, es sólo que al estar conciente de todo esto me pregunto por qué sigo desperdiciando algunas horas de mi día. No me gustaría que tú tampoco lo hicieras.

En fin, mis letras son la herramienta que considero que tengo más fuerte para poder sembrar algo bueno, ojala mis palabras te hayan servido porque quiero que te la pases increíble y que disfrutes todos y cada uno de tus días. Trataré de hacer lo mismo. J

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