viernes, 1 de febrero de 2013

¡LA FÓRMULA DEL AMOR!

El otro día salí con hambre del trabajo, me paré en los lonches Karlos y pedí uno tradicional con doble salsa, una pluma y un papel. Estaba anotando fórmulas porque según yo algún día podré demostrar los sentimientos con fórmulas… así como la del triángulo: base por altura sobre dos.
Tomé mis variables, y traté de definir por primera instancia la fortaleza…
F(fortaleza) = X(algo) – M(miedo) o sea F= X – M
Traté de pensar que X sería tal vez vulnerabilidad. Es decir, Fortaleza es igual a sentirte vulnerable y no tener miedo. Después traté de definir el miedo… y comencé a sumergirme en mis pensamientos carentes de sentido asegurándome que tenía que haber alguna fórmula para los sentimientos. Incluso para el amor.
A = Ae + I - E
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2
Es decir, Amor, es igual a autoestima más interés por alguien menos egoísmo entre dos. Sabía que mis fórmulas estaban muy poco fundamentadas pero por algo tenía que empezar.
Entonces algo mi hizo gritar como loca… la mujer morena de cachucha estaba a dos centímetros de mí con la cuenta en mano y recordé que estaba en los lonches Karlos, que había salido de trabajar y vivía en el planeta Tierra. “¡AAAAAAAAAAAAA!” Grité del susto y la asusté a ella también así que las dos gritamos.
- ¡Perdóname! Estaba concentrada en otras cosas y no te vi.
Nos reímos y hasta los meseros que estaban en la calle atendiendo a los coches estaban comentando el punto así que pagué y crucé la calle cuando empezó una lluvia de locos. Yo amé mojarme. Me dirigía al Oxxo cuando a las afueras vi a una niñita sentada con melena al estilo niñas de los años cuarenta.
- ¿Me regalas algo?
- ¿Qué quieres pues? – Le dije.
- ¿Lo que quiera?
- Una cosa…
Pensé enseguida por su ambiciosa pregunta que tomaría el dulce más caro o algo por el estilo, tratando de sacar la mayor ventaja posible a la situación. Mi sorpresa llegó en la caja cuando trajo una leche nido.
- Es para mi hermanito, está chiquito.
Sonreí y le dije, que claro que le comprábamos la leche a su hermano pero que escogiera algo para ella.
- ¿Para mí?
- Sí
- ¿Lo que quiera?
- Una sola cosa… – volvimos a repetir el juego de palabras.
- ¿Lo que sea?
- Si, pero córrele porque ya tengo que pagar.
Entonces trajo otra leche nido.
- Es para mi hermanito.
- ¿Y para ti?
- Tú dijiste que lo que yo quisiera.
Se me rompió el corazón y entonces entendí que tal vez ella no sabe ni de números ni de fórmulas, pero concretó tantas cosas que tantas veces quisiera poder hacer y sin embargo pierdo mi tiempo en intentar definirlas. Tal vez los sentimientos son más que fórmulas… tal vez los sentimientos ¡son acciones!
Y tomando el ejemplo de una hermosa niña… ¿Qué vamos a hacer hoy? Tal vez nos resulte al final más dulce que el dulce que pudimos haber tomado, hacer lo mismo que ella. Muchas veces queremos que todos vean por nosotros y ser el niño que le traen la leche, pasa mucho en las relaciones de pareja, pensamos qué nos puede ofrecer, qué nos puede traer y nos olvidamos de amar, de ser acción, de dar el primer paso a traer un detalle… pero hoy podemos hacer la diferencia yo si creo en el cambio, te apuesto a lo que quieras que si una semana actúas como la niña de la leche sabrás de lo que hablo.
Gracias por leer… (si quieren empezar ayudándome a mí, pueden dejarme un comentario…jijiji)

foto tomada de: http://weheartit.com/entry/21446938
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3 comentarios:

  1. Toing! Definitivamente me recuerdas mucho a mi hermana. Me encantan tus relatos pero creo que el deja vu que siento al leerte, es lo que me engancho. Ella es tan sensible como tú, y yo que soy más racional, cuando llegaba a platicarme con toda inspiración alguna anectota del tipo de las que has relatado, me daba la impresión de que se sentia con cierto tipo "poderes mágicos" y si se lo comentaba riendo (generalmente), se sentia altamente incomprendida y un poco desesperada je...
    Que belleza!

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  2. sigue escribiendo siempre

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  3. Si el amor pudiera definirse en fórmula creo que has dado en el blanco:
    A= Ae+I - E (una muy grande por cierto, esta es la variable)
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    2
    Lo demuestra la niña de la leche al hacer valer esa E. Siempre he creído que el amor mientras menos "conveniente" se nos vuelve, más libre de entregarse se vuelve. Saludos :)

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