viernes, 1 de febrero de 2013

GRACIAS POR LEER

 
Uno debe de luchar por sus sueños independientemente de todo. Creas una idea en tu mente, se convierte en deseo y la pasión que le inyectas es la que determina si se convierte en realidad o no. Yo quise ser escritora con todas mis fuerzas. Cuando tenía quince años y vivía anonadada con las novelas de Victoria Holt llegó a mi mente la idea de escribir un libro.
Era becada y tenía que pagar mi servicios en la tarde cuidando las computadoras del Ciencias. Dos horas me la pasaba sin tener “nada que hacer ” y lo convertí en mi fuente de inspiración. Escribía. ¿Para qué? No sé.
No ha muerto ese deseo en mí. ¿Soy una escritora? No sé si llamarme así. Lo deseo, lo deseo con todas mis fuerzas. Fui a cenar, de ahí me pasé al Tribeca. “A dar el rol” dijimos entre las amigas.

Una niña guapa alta de pelo negro se acercó a mí y me preguntó si yo era Lucía. Me reí.
- ¿Lucía la tapatía? – Me reí más y la abracé.
- Sí, soy yo.
La niña comenzó a contarme que me había leído desde antes del escrito de Jorge Bucay, me dijo que tenía 20 años, que era de Mochis pero estudiaba en la UP  y que se llamaba Mariela o mariel, su segundo apellido no sé y luego Castellanos o algo así, la agregé en blackberry y cuando me acepte pondré aquí el nombre correcto.
- ¡Compré el libro de Bucay! – Me dijo emocionada – Cuentos para pensar.
- ¡Yo también lo compré en la FIL! Le dije.
Platicamos y agradecida pensé en todos aquellos momentos que me quedé en mi casa para escribir. Las veces que me iba a un café a inspirarme, las veces que me frustraba y creía que había personas más capaces que yo. Y sigo pensándolo pero las ganas son más grandes aunque no sea igual de talentosa que los grandes escritores de los que estoy enamorada.
Pero hoy me emocioné que me dijera que me leyó y mejor aún, que compró el libro de Bucay y que ahora lo lee con frecuencia. Saber que alguien está ahí y que me presta atención me hace pensar en cuando tenía sueños fugaces de ser escritora y me quedaba en mi casa en vez de salir con mis amigas de fiesta y las veces que de becaria construí con palabras tantas historias que ahora están guardadas en un “discket” jaja no se cómo se escribe.
Ojalá la vida nos de siempre estos “empujones” que nos hacen pensar que nuestros sueños no son tan tontos y que aunque deberíamos de ser fuertes y cumplirlos a pesar de que no recibamos este tipo de situaciones que nos hacen pensar que alguien se interesa por nosotros, luchemos siempre por lo que queremos y no nos rindamos. Yo por mi parte puedo decir que uno de los dones más grandes que he recibido de la vida es poder dedicarme a lo que más me gusta y saber que a alguien más le agrada me hace sentir que no estamos solos, que de nada sirve lo que se tiene dentro si no se comparte.
Gracias por leer y ¡Arriba Mochis!

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1 comentario:

  1. Podría comentar cada uno de tus posts, pero me vería medio stalker, asi que comento en los que me hacen pensar en mi misma.
    Y al leerte, pienso en la ganas que tengo de que el mundo escuche, lea y disfrute de lo que hago - poco o mucho - y de las mil veces que he dicho... ¿que caso tiene si nadie lo ve? hasta que me he dicho a misma que yo si lo veo, yo si me leo, yo si me disfruto haciendolo, con el tiempo y con dedicación, habrán más personas a las que les interese lo que hago y con suerte, pueda dedicarme a eso y seguir compartiendo lo que me mueve. <3

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