miércoles, 18 de junio de 2014

TU VERDADERO AMOR




Atención, cuidados, seguridad, compañía y amor. Desde que gateamos deseamos y necesitamos de estos ingredientes para poder vivir. Y tal vez esos atributos se los adherimos a un príncipe azul porque nos enseñó Disney que nuestras necesidades básicas se cubrían con un hombre con espada y corcel.

Y es que también de pronto nuestros papás cooperan con la causa de pensar eso porque nos aman tanto que en vez de enseñarnos a que nos cuesten las cosas se convierten en nuestros proveedores para que al estar llenos de todo salgamos a la nada a ser felices. No sé qué dije pero estoy sensible y prometo a llegar al punto, pero no quiero editar.

Cuando yo sea mamá entenderé de lo que digo pero es una verdad que los papás no quieren vernos sufrir; a veces nos levantan castigos por compasión, nos compran el coche aunque no sacamos las notas que querían y salimos a la universidad sin saber lo que cuestan las cosas. (No en todos los casos estoy ubicando una caricaturesca realidad) La cosa aquí está en que ¿Quién de nosotros sabe ser auto proveedor de atención, cuidados, seguridad, compañía y amor? Si hay alguno que esté leyendo esto quiero decirle que lo admiro.

Para los que no, incluyéndome pero intentando que sea diferente, les digo que somos unos coches sin gasolina. ¿Hacia dónde ir cuando no tienes ni con qué arrancar? Y la cosa aquí es que la vida pareciera que nos entrega unas monedas y luego nos pide que las reproduzcamos y que seamos un negocio que siempre de frutos. Que reproduzcamos el mucho o poco amor que nos dieron, que creamos en nosotros mismos con lo poco o mucho que creyó mi papá o el tuyo en ti o en mí y que ofrezcamos a la vida un ejemplo de la misma.

Está difícil lo sé… no podemos ni ponernos de pie en la mañana y la vida ya nos demanda todos estos requisitos. “Yo te di las monedas” Nos dice. ¿Cómo es que se echa a andar nuestra máquina de amor? Sigo sin saberlo del todo si lo sé les digo qué botón es…  el punto es que, necesitamos dejar nuestra actitud de levantar la mano pidiendo algo y comenzar a preocuparnos por nuestra fábrica de amor y ser nuestros propios proveedores. (Y ponernos el letrero de “somos fabricantes”).

Un día – hace más de cinco años -  estaba en Plaza Pabellón (cuando era cool) afuera del cine con una amiga que adoro: Chani. Nuestras pláticas son siempre intensas y yo estaba sensible como cualquiera en un domingo donde los vacíos te carcomen. Me quejaba de la vida, le decía que yo no había tenido tantas monedas y que estaba enojada de tener que reproducir a manos llenas algo tan pequeño, que odiaba algunos episodios de mi vida y que no merecía algunos otros…

Le dije que la vida había sido algo injusta, que me había jugado chueco, que yo daba amor y era buena y no merecía ciertas circunstancias a cambio… ella me escuchaba sin opinar, me dejó desahogarme, sabía tal vez que no todo lo decía en serio, sus ojos negros se me quedaban viendo… asentía y me dejaba continuar y en eso, cuando todo se calmó, intervino, intervino de una manera que no he olvidado después de tantos años y me ha servido como herramienta para recordar lo que verdaderamente importa:

Lucía, llega un momento en la vida en que ya recibiste los “te quiero” de tu papá, muchos o pocos pero ya los tienes, ya te tocó que cuidaran de ti, mal o bien pero que cuidaran, ya te tocó ser niña, ahora te toca ser mujer. ¿Qué vas a hacer con lo que sí tienes? No te estoy preguntando por lo que te faltó, eso ya no lo tuviste y el tiempo no volverá. ¿Qué vas a hacer con los “te quiero” que tienes de tu papá? ¿Qué vas a hacer con los recuerdos de tu mamá? Con los días que sí la tuviste. ¿Qué vas a hacer con el amor que se te dio?

Esa era la pregunta ¿Qué vas a hacer? Me lo dijo tan consciente de que eso necesitaba escuchar… no necesitaba que me compadecieran sino que me ayudaran a echarme a andar… los engranes de mi fábrica de amor, sin usar, le aplaudieron a Chani en ese momento… (y en este le aplaudo yo, gracias amiga).

Me tocaba actuar. Me tocaba ponerme de pie, me tocaba vivir mi misión de vida. La mía, la tuya, cada quién tiene una.

Nos concentramos tanto en tener un proveedor de amor, seguridad, comprensión, compañía, que se nos olvida que somos una fábrica de todo eso. Nuestros padres a veces no nos enseñan a usarla, es muy delicada, cada una funciona diferente y los resultados son distintos. A veces puede pasar que los papás nos enseñan como usaron la suya pero cada una es diferente, cada quién tiene su sagrada historia de vida y su sagrada misión de la misma… yo me olvidé de la mía buscando un príncipe con capa y espada y de rodillas al suelo les digo arrepentida que nunca pensé que yo tenía todo lo que estaba buscando adentro, en mi alma, esa que creo que se esconde entre los pulmones.

Y al escuchar a Chani, y al vivir lo que he vivido y al saber que ahí estaba lo que he buscado tanto tiempo es que me inspiré a hacer este #MaratónDelDesamor como parte de mi misión de vida. Porque una vez echada a andar la fábrica del amor y experimentar todo lo que hay dentro de ti para dar, no puedes detenerte, nada es más fuerte y nunca se detiene. El amor es lo más infinito que conozco y alguien que yo conozco y probablemente está leyendo esto sabe de lo que hablo… (ojalá sepas que eres tú).

Una vez que echas a andar tu fábrica del amor, todo es coherente, no buscas a nadie que la hiera, te limitas a dar sin esperar nada, pero no permites que nadie te robe tus piezas principales, solo compartes el producto de lo que sale de ti, no a tus engranes.

No te desangras de amor porque no entregas el corazón, antes bien lo abrazas y le dices… “Mira lo que sale de aquí, eso sí es para ti.” Permites que los demás te toquen pero no te arrebaten tu ser, que te respiren pero no te quiten el aire, que te sientan pero no te violenten, que vean que bonita estás, pero no que se crean dueños de tu belleza y presidentes y directores de tu fábrica de amor, que es tu empresa.

De eso quiero hablarte hoy ¿Cuál es tu misión de vida? ¿Quieres ser bailarina? ¿Te gusta diseñar? ¿Estás llena de cualidades y no sabes cómo explotar? ¿Tienes ganas de hacer grandes cosas pero no sabes cómo empezar? Bien, si tienes todas esas preguntas ya estás aquí empezando conmigo, escuchándome como yo escuché a Chani un día y me volví dueña de mi fábrica… o más bien y ojo con esto: ME DÍ CUENTA QUE SIEMPRE FUE MÍA.

Cuando estés en este punto y sientas esto que te digo sé la sensación que te provocará intentar poner manos a la obra y voltear a ver a esos hermosos engranes que son tan tuyos, que se construyeron con dolor, con lágrimas, con risas, con historias, tuyas, de nadie más. ¡Sé la inspiración y la urgencia por empezar te invadirá! ¡Siéntela! Se llama contentismo.

Cuando hagas consciencia de que en esta vida venimos a realizar una misión súper sagrada (con permiso James Bond) y comiences a sentir lo que te hace vibrar y eso hacer, vas a entender que una pareja no es más que tu más grande fan. Ese hombre o esa mujer que llegará a ver tu fábrica y dirá “Wow” y no se atreverá jamás a tocarla de mala manera, o mejor aún, no lo permitirás nunca. ¿Te fijas que sagrado eres?

Verá cómo custodias tus pertenencias y cómo te desvelas por tus objetivos y se le caerá la baba y querrá estar contigo y cooperar con la causa. Y de pronto te enseñará que él o ella también tiene una misión y si te gusta su fábrica, se asociarán y harán grandes cosas.

Soy de las que pienso que las personas no se enamoran unas de otras, se enamoran de la misión de vida de unas o de otras… esa misión que se descuida cuando tenemos pareja porque como nuestra fábrica “no sirve” o eso pensamos, entonces vemos en el otro una fábrica para asaltarle amor. No, no vuelvas a caer en eso, tú eres mucho más fuerte, tu fábrica quiere echarse a andar y dejarte ver lo poderosa o poderoso que eres. Llamando el poder no como algo que puede usarse en contra de nadie sino a favor de todos.

Mi poder son las palabras, me gusta compartirlas, si a alguien se le ilumina su fábrica con ellas y la ve y la puede usar, puedo morir en paz. Moriré feliz, no porque tuve uno o dos novios, sino porque mi misión de vida fue mi verdadero amor…

Si yo muero escribiendo, moriría sonriendo. Si yo desgasto mis calorías en crear más cosas que contagien mi amor por la vida, estaré satisfecha. Si yo no encuentro el amor de pareja nuevamente, no pasó y ya está, y si pasa que padre porque tengo muchas cosas que compartir en pareja, pero de todas formas mi misión de vida puede incluir estar sola y de todas formas se cumplirá.

Si mi corazón se acaba haciendo lo que ahora hago… ¡QUÉ IMPORTA SI EL PRINCE ERICK SE CASA CON OTRA! Dios, es liberador saber que nada interrumpe tu misión de vida cuando estás segura de lo que quieres. ¿Qué deseo estar sola? No, no lo deseo, quiero encontrar esos amores que ya saben cómo se siente… que estallas, que te impulsan, que te decoran la vida, que te hacen hacerle todos los detalles que te imagines y explotes en ocurrencias, sí, sí lo deseo, pero antes que eso deseo que mi fábrica estalle aquí contigo… más allá de la vida… deseo ser una escritora que se conecte con sus lectores, si eso logro, estallaré de igual manera.

Estoy viviendo por lo que estaría dispuesta a morir… así que… estando así y sintiéndome así, si el amor en pareja llega o no llega es cuestión de averiguarlo… Los quiero.



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Dios, que una actriz que admiras te diga que te leyó y que le cayó como anillo al dedo... motivo para regresarme de la oficina a mi casa bailando... pero traigo coche. ¿Cómo bailo en el coche? #contentismo #amoaXimena#maratondeldesamor


6 comentarios:

  1. Hola Lucia, me encanta tu maratón, y si bien es cierto estoy en desamor no es por una pareja es porque me deje llevar por el dolor de perder a un ser muy querido para mi, este texto me encanto, ahora que hago con todo lo que recibí, es mi misión buscar lo que me haga regresar a casa bailando, gracias por tus palabras y nos leemos mañana :)

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  2. "
    Una vez que echas a andar tu fábrica del amor, todo es coherente, no buscas a nadie que la hiera, te limitas a dar sin esperar nada, pero no permites que nadie te robe tus piezas principales, solo compartes el producto de lo que sale de ti, no a tus engranes."


    Wow Lucía cada vez esto se pone mejor, siento que voy por buen camino, y tus letras han sido gran parte de este cambio que estoy haciendo en mi vida...

    saludos!



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  3. Lucia, escribes padrísimo!!
    Que alegría que una amiga me recomendó leerte y wowww estos días de lectura han sido super enriquecedores, porque he descubierto que alguien mas comparte mi locura.
    Saludos...

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  4. Lucia me encanta tanta sabiduría que Dios ha puesto en ti.
    Que alegría saber que no soy la única loca (me encanta estar loca) que piensa asi.
    Afortunadísima que mi amiga Berta me recomendó leerte.
    Saludos y gracias!

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  5. Woooow siempre tus dedos llenos de razón, quiero recordar esto todos los días de mi vida. Gracias Lucía :)

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  6. Estoy en mi propio maratón del desamor ! Todo lo que dices es tan cierto ! Gracias !!!!

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