jueves, 17 de julio de 2014

09 VIDA DENTRO DE TI





Me dolía tanto la panza en la noche que me dormí y por tenerla tan recargada soñé que estaba embarazada, sobaba mi pancita feliz, ni sabía quién era el papá en mi sueño ni sabía absolutamente nada más además del hecho de que tenía vida dentro de mí. Sentí hermoso... hasta que al levantarme por el dolor a las cuatro de la mañana me desilusioné. Sobé la panza y en esa hora donde sigues pseudodormida sólo pude pensar en que era una lástima haber despertado, que aunque no tuviera sentido, estaba feliz de estar embarazada. 




Hace poco viví algo que tiene que ver con eso, haciendo meditación cerré mis ojos y nunca sabes lo que va a pasar, sólo tratas de concentrarte y estar en silencio un rato – mi mamá diría “apaciguarse” - y en ese silencio descubres todos los mensajes que tiene el cosmos, la vida, un árbol, para ti.

Esa vez empecé a pensar en mi vida de escritora, el caminito que llevaba recorrido y entonces se me vino la frase principal que engloba las páginas de mi libro: Me enamoré de la vida y no sé si decirle que la amo o esperar a que ella lo haga primero. Es cierto, respiré y sentí la naturaleza el bosque y esas cosas que Blancanieves entiende muy bien…

Resulta que estaba intentando trabajar en analizar mi autoestima esos días. El amor propio tiene que existir en todo su esplendor si pretendemos conectarnos con los demás seres humanos y al parecer yo andaba volando bajo en ese departamento. Para mí autoestima es amarte y el otro día –hace muchos años - pensé que si era amarse entonces tenía que amar todos los días vividos, el dolor y esas cosas más grises que rosas que conforman mi vida entera, porque no me gusta amarme a medias. 

Entonces entendí que si quería amar-me tenía que perdonar y llevarme bien con todos los días de mi vida lo cual no había pasado todavía… o creo que estoy en proceso.

Entonces con ojo cerrado una voz me habló, no sé si fue mi imaginación, mi subconsciente que piensa y se libera en esos momentos donde estás concentrada o si fue una voz del más allá pero me decía esto: 

“¿Cómo pretendes amar la vida si no amas la vida que hay dentro de ti?”

Mi corazón empezó a latir muy rápido y sentí todos sus bombeos, los pulmones tomaban mucho aire y se chiveaban de la atención que ahora les ponía, se sentían dos niñas pequeñas en una exhibición de ballet y su mamá les aplaudía. ¡LE APLAUDÍ A TODO MI CUERPO!

Entonces reconocí la vida que había dentro de mí. Me acepté como ser vivo que merece ser tratado con el respeto que trataba a los demás… muchas veces es extraño pero soy más ojete conmigo que con alguien más en la misma situación que yo porque me vuelvo un soldado exigente que sólo se dedica a recalcar lo que hago mal.

Reconociendo vida dentro de mí me hizo poner las manos en la panza en media meditación, no me importaba si mis compañeras tenían los ojos abiertitos, estaba yo metida en mi momento donde sin estar embarazada descubrí vida dentro de mí.

Si todos los días nos levantáramos con esa consciencia de sabernos enteramente vivos y aplaudiéndole a las piernas, a nuestras uñas, a nuestros riñones por haber despertado, te diría que sólo falta que la voluntad tome posesión de todos esos órganos que se levantaron para hacerte feliz y que les ayudes a cumplir su misión…

¿Tú cómo amaneciste?

2 comentarios:

  1. Me encantó tu maratón y tus palabras me vienen como anillo al dedo, estoy en esas rachas de la vida en que es necesario frenar y reflexionar, volver a mi misma para poder estar bien con la vida y esa frase que dices en que a veces eres mas ogete contigo misma que con los demás me recordó mucho a mi misma...de verdad te agradezco el valor de publicar todo esto que te pasa para que personas como yo lo leamos y reflexionemos!

    Gracias Caro M.

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  2. Dios te ilumina y bendice cada día, para transmitirnos tu luz y tus reflexiones hermosas que inspiran y cambian nuestro panorama para bien.
    pd.- también coincidimos en tener un hermano llamado David jejeje. otra bendición*

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