lunes, 17 de febrero de 2014

DE LA MANO



Una de las “desviaciones” que ha tenido mi vida es que hice alguna vez a mi búsqueda de la pareja ideal, mi misión de vida. Y al no encontrar a ese “te one” no le hallaba sentido a nada, me consideraba en una eterna sala de espera…

Hoy pienso diferente, hoy me levanto y grito la devoción que le tengo a mi verdadera misión, que es contagiar al mundo mi amor por la vida: en las redes sociales, en el supermercado, en un café con una amiga, en el programa de radio y donde pueda… punto, no hay más. ¿Y la pareja? La pareja sigue siendo algo igual de importante que antes, la diferencia se encuentra en que es un compañero de misión de vida, no la misión misma.

Es igual de intenso y de sabroso, porque el amor de pareja se deja a un lado (no a un lado en cuestión de olvidarnos de eso, sino en cuestión a que sí, va a un ladito de nosotros caminando, compartiendo los mismos chistes, penas, buenas noticias, goles).



Es por eso que en este escrito me declaro fuera de la sala de espera y me muevo a la sala de recordar todo lo que vengo a hacer a este mundo, y después paso a la sala de la acción, porque no nací para estar estática por miedo al miedo y creo que tú tampoco.

Y no le resto importancia al amor, al contrario, quiero enamorarme de la vida a través de todo lo que existe, a través de alguien más por su puesto, enamorarse no deja de convertirse en una plena felicidad que no puede cuantificarse. Nada está peleado, todo va: DE LA MANO.

Por que es cierto, cuando un ser humano no hace lo que está destinado a hacer a este mundo no creo que sea feliz y al no serlo busca la felicidad en otra persona.

Pero para mí (en mi corta y humilde experiencia) la felicidad es saber que estamos en el camino a lo que venimos a hacer, en la situación que sea, en un bache, en una cima, es igual, porque de todas formas estamos ahí.

Me pasa de pronto que en mis crisis de identidad, de búsqueda, de encontrar respuestas, siempre hay algo que me deja tranquila: me siento en el camino. Ya si de pronto estoy pasando una mala racha no me importa porque sé que es parte del andar.






Así que dentro de mí y a pesar de todo no pienso detenerme. No quiero más una sala de espera y no quiero que el miedo interrumpa mi plan de acción, incluso pienso usarlo de aliado para crear una adrenalina, contar hasta tres y hacer las cosas empapada de él.



Así que hoy me pongo de pie después de tanto pensar. No conozco el camino porque no lo he recorrido, pero no por no conocerlo me niego a él: Vida, échame la mano que voy con todo.



¿Y el amor? El amor llega cuando amas… el amor te atraviesa iluminando todos los órganos del cuerpo cuando decides abrirle la puerta… el amor traspasa, construye, apoya tu misión. El amor no niega tu identidad, el amor llega para hacerte piojito, no para causar angustias… el amor llega para que recuerdes que cuando amas, esa es la recompensa aunque amar a ti te bastara.


El amor de pareja, el amor a tu familia, el amor a tu ciudad… el amor es un boomerang, aunque amemos desinteresadamente, todo se regresa de golpe y te retumba adentro y con ese motor no puedes no ponerte de pie y volver a devolverlo todo.

El amor que me han dado me pone hoy de pie. Contenta, sin saber qué onda bien del todo, pero con la certeza de que estoy en el camino y con ganas de devolver lo que me han regalado… todo lo que viene… va.



Recibe este escrito, es mi boomerang. Tómalo y lánzalo a quien más confianza le tengas, porque si algo he aprendido de la vida es que justo cuando se es más feliz no te basta esa felicidad individual, el deseo de compartirla viene adherido a la felicidad que posees y aquí es cuando el amor de pareja va a entrar a tu vida y el “the one” o la “the one” será quien esté ahí, en ese lugar donde te encuentras, a esa hora, con esas ganas adheridas de regalarle a quien está a tu lado, esa felicidad que no puede quedarse adentro de ti. Así todo está como tiene que estar: DE LA MANO.



CONCLUSIÓN: Hacer tu misión de vida te hace feliz y eso va de la mano con compartirla con alguien más. Gracias por leer.




5 comentarios:

  1. Que bonito!! por eso aveces no desactivo mi cuenta de face hay cosas que valen la pena :)

    ResponderEliminar
  2. Hola Lucía!! Me encantó!! Tienes toda la razón, la misión es la vida misma y tu mejor pareja te acompaña en el camino de la vida, si lo volvemos nuestra misión creo, como tú, que perdemos sentido de vivirla.
    Gracias por ser una inspiración!!!

    ResponderEliminar
  3. Muy bonito! Gracias por compartir el contentismo y la confusión también!!! Yo estoy de acuerdo en que andas por el camino a la felicidad... :) bonita tarde!

    ResponderEliminar
  4. bellizimo me llego en el momento adecuando cuando mas lo necesito gracias por compartir

    ResponderEliminar

Deja tu comentario, es lo más sabroso de escribir... :)