¿Cómo es posible que no podamos
sentirnos merecedores de lo más
bonito que podamos imaginar?
A veces me pongo nerviosa cuando voy a contar algo muy
personal y es que lo traigo así como tan a flor de piel que todavía ni lo digo
y me siento ¿Cómo se dirá? ¿Nostálgica? A veces cuando escribo hago una
catársis y descubrimientos mientras lo plasmo y no sé que vaya a salir de esto
que hay adentrito pero no por mucho tiempo: Exteriorizando en cinco, cuatro,
tres…
Les había dicho que mi viaje a Europa había sido muy
revelador, en varias ocasiones les contaba que tenía escritos atorados en la
garganta (misma que ya me quitaron ¡ja!) y no sabía como traducir los sentimientos así que tenía que
procesarlos. La vida me estaba llenando de inspiración y sentía que se me
escapaba de las manos pero no fue así, todo lo que viví es mío y ahora tuyo…
Al estar entre las callecitas de Edimburgo, caminando por el
palacio de Versalles, entendí que el mundo estaba ahí para mí, descubrí que sólo era cuestión de que le
abriera las puertas a la abundancia (y no niego agregar el montón de suerte
que he tenido en el camino). En fin, veía como todo estaba de algún modo a mis pies y
caminaba por lugares que tanta gente importante del pasado y del presente había
recorrido. Y me comencé a sentir como cuando vivía en Nueva York: pequeñita e
inmensa.
- – ¡Margaret! – Estaba con ella en el Palacio de
Versalles y le dije - ¿No estás emocionada sintiendo todo lo que María
Antonieta sintió? Seguro venía aquí con las cortesanas a platicar, seguro por
aquí veía llegar a su esposo, seguro que todo… ¿No te das cuenta? ¡Esto es como
un viaje en el tiempo! ¡Oigan! – Le hablé a los demás – Les quiero contar… - Y
entonces el grupo se integró con Jacqueline y Jorge y volví a repetirlo
emocionada, con todo el contentismo que no sentí nunca jamás. – Pobres, siempre
tenían que oírme diez veces mientras yo platicaba como cuando una niña chiquita
describe sus regalos de navidad. Y así fue que les conté la historia del huevo.
(léela aquí).
Y mientras llegaron doscientos escritos a mi cabeza que no
supe procesar… todavía. Recuerdo la vez que cenamos en la calle que subía en
Edimburgo y paramos en un café a platicar, cada uno de los del viaje contó una
situación, problema o traba en la vida y después algo que había aprendido en el
viaje. Cuando tocó mi turno les dije que en mi cabeza no estaba imaginado estar
aquí, que de algún modo sentía que no lo merecía, que este tipo de vivencias no
estaban hechas para mí y que como ladrona estaba siendo testigo de algo
indescriptible a mis ojos que me había acaparado de alguien o algo así. Que la
vida para mí era diferente, era batallarle, era sufrir, era todo más difícil y
no incluía estar al otro lado del mundo.
Que las niñas como yo estábamos diseñadas para aguantar
mucho y convertirse en escritoras para narrar sobre lo que no podía tener y así
poseerlo. Lloré, les dije que estaba agradecida que estos días veía la hora en
Europa y eran las 11:11 y regalaba mis deseos porque no quería nada más. Que
estaba disfrutando esto como señal de aprendizaje de que las cosas sí pueden
pasarme (sí pueden pasarte), que estaba con este viaje haciendo lo que quiero
que hagas: Abrirle las puertas a la abundancia.
Es impresionante pero ahora que entendí esto pude observar a
mi alrededor y ver como cerramos las puertas a lo bueno y dejamos abiertas a
las desgracias porque esas las conocemos mejor. Como una vez le dije por
teléfono a una amiga cuando estaba conociendo a un niño que me gustaba y tenía
“mello”:
-
Cherry es que me choca que cuando estoy en una
zona de desgracia o pasando por una tristeza soy la mujer más productiva y saco
los mejores escritos y hago rendir mis alegrías para que todo esté en orden y
funciono bien, es triste pero funciono mejor en el mundo del dolor. Y cuando
tengo todo lo que quiero, cuando todo lo bueno me está pasando, para empezar no
me la creo, trato de justificármelo como si no lo mereciera y estuviera
diciendo cosas buenas que he hecho para tratar de igualar el partido, y después
entro en pánico porque no sé cómo comportarme dentro del mundo de la plenitud,
del todo lo bueno me pasa, de todo puedo tener… espero la salida al final del
camino porque hasta siento que no se puede ser tan feliz todo el tiempo y busco
la posible zancadilla que me meterá la vida para prepararme. ¿No es esto una
burla de vida? Sí, a veces tengo los
pensamientos más negros y no todo lo veo bonito como a veces creen, a veces
pienso que la zona de plenitud me aterra porque se siente un piso inseguro, es
como si la felicidad fuera una montaña y al estar arriba tienes miedo de caer,
y el dolor fuera un pozo y al menos sabes que no puedes estar más en el fondo…
Y esa es la historia de mi vida, una mujer que a penas le
está perdiendo el miedo a la abundancia y del cual quiero que pruebes en este
kilómetro. ¿Cómo es posible que no
podamos sentirnos merecedores de lo más bonito que podamos imaginar? ¿Cómo
es posible que hasta restrinjamos nuestra mente de pensar cosas tan increíbles
para no emocionarnos de más? ¿Cómo es posible que la puerta de la abundancia
esté cerrada? (Hablo por mí pero generalizo para no sentirme tan sola en esto).
No señor, no quiero eso para ti y no quiero eso para mí,
abrámosla juntos. La abundancia también quiere entrar, la abundancia quiere que
pienses que podrás tener lo que tanto quieres, que podrás hacer y deshacer con
tu vida lo que te plazca y que saldrás triunfante o es que ¿Nos es más fácil pensar en fracasos para así estar preparados pero
nunca pensamos que también para el éxito se requiere estar preparado y atento?
Así que como dijo Proyecto Uno te digo: Ponte atento. Es hora de tener el valor de estar
preparados para triunfar. Claro, triunfar requiere mucha responsabilidad,
mucha disciplina, mucho autocontrol, mucha demanda de nosotros para con la
vida: ¿Qué voy a hacer con la abundancia? Ser abundantes reclama también ver
por los demás, ser generoso para que volvamos a recibir más, la abundancia es
una responsabilidad y a veces es más fácil estar en la zona del fracaso.
“Yo creo que esa niña no me va a hacer caso” y no luchas,
“yo creo que a ese niño ni le gusto” y te comportas como si no te importara
para rechazarlo primero. No señor, nosotros
somos seres que tomamos una estrella cuando la vemos en el cielo. No tenemos
miedo de ser custodios de nuestros bienes porque sabemos que después de todo sí
los merecemos y que sí se puede tener un
cielo en la Tierra.
Si tan sólo al leer esto intentas creerlo, o se te graba en
tu mente la posibilidad, ya con esto me doy por satisfecha en este octavo
kilómetro… pero como le abro la puerta a la abundancia creo más cosas, creo que
no sólo lo tomarás en cuenta sino que tomarás cartas en el asunto de tu vida y
harás algo porque así suceda, cierro mis ojos y me imagino en mi mente personas
abriéndole la puerta a la abundancia, no es coincidencia que estés leyendo
esto, yo creo que la abundancia toca la
puerta de diferentes maneras diciéndote: Mira el lado bueno de la vida.
¿A qué le llamo abundancia? A tener consciencia de lo que sí
tienes, a creer que sí puedes, a no tener miedo de hacer locuras porque los resultados de alguien que hace las
cosas con pasión no pueden ser negativos, porque para crear maravillas hay que tomarnos de la mano de la posibilidad de
sabernos capaces.
Ábrele la puerta, ya
verás como se cuela la abundancia en tu vida, como las cosas no tienen que ser
tan difíciles, sólo lo necesario, deja de aumentar el tamaño de los
problemas y reduce tus miedos, la vida es más simple pero nuestra mente juega con nosotros porque venimos del dolor y el dolor
cuando se recuerda nos paraliza.
Al contrario, la vida se trata de todo lo contrario, de
caminar con cicatrices, de volver amar cada vez de una mejor manera, de abrir los brazos ante lo que venga porque
somos capaces de hacer maravillas con la materia prima que tengamos enfrente.
Cuando esto pase sabrás el secreto de mi situación de vida: Yo hice del dolor una maravillosa historia
y esa es la que comparto todos los días y abrazo esos días tirada en cama
preguntándome de qué me servía la vida porque son esos días los que ahora me
hacen saber que puedo conectarme contigo e invitarte a hacerte la vida más
abundante. No sé, siento esa necesidad y si a caso logro mover algo en tu vida,
o más bien lo haces tú a través de escucharme o leerme, yo ya gané y honramos
juntos nuestros días tristes.
Deja que cada cosa
tome su orden, el pasado está atrás, el futuro está muy adelante, camina en el
ahora y descubrirás que ese ahora lo es todo.
No tengas miedo de volver a intentarlo, ten miedo de
convertirte en un aragán que ya no cree en los finales felices. ¡Pero no te
concentres en el final! El presente ya es feliz.
Dicen que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, pero también es cierto que nadie sabe de lo que se estaba perdiendo hasta que lo encuentra...
NOTA:
Quiero confesarles por qué empecé el #MaratonDelDesamor todo empezó porque hice un escrito que se llamó "Mi primer grito de paz" y no lo leyeron mucho, cuando vi las estadísticas me entregaron puros escritos de sufrimiento a la cabeza y este que habla de abrirle la puerta a la plenitud y hacer todo diferente y mejor no hizo tanto "click" y me pregunté ¿Por qué? Y le dije a mi terapeuta ¿Qué hago? y me dijo: Crea algo para llevarlos a que ese escrito haga más sentido... y creo que con este maratón, si lo han leído desde el principio, se me figura que este escrito que les paso abajo hará un poco de más sentido, creo, no sé, no sé, yo sólo sé que no se nada pero se me figura.
Si quieres leerlo da click aquí.
Dicen que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, pero también es cierto que nadie sabe de lo que se estaba perdiendo hasta que lo encuentra...
NOTA:
Quiero confesarles por qué empecé el #MaratonDelDesamor todo empezó porque hice un escrito que se llamó "Mi primer grito de paz" y no lo leyeron mucho, cuando vi las estadísticas me entregaron puros escritos de sufrimiento a la cabeza y este que habla de abrirle la puerta a la plenitud y hacer todo diferente y mejor no hizo tanto "click" y me pregunté ¿Por qué? Y le dije a mi terapeuta ¿Qué hago? y me dijo: Crea algo para llevarlos a que ese escrito haga más sentido... y creo que con este maratón, si lo han leído desde el principio, se me figura que este escrito que les paso abajo hará un poco de más sentido, creo, no sé, no sé, yo sólo sé que no se nada pero se me figura.
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Siempre lloro de emoción cuando te leo,tus palabras se conectan con mi mente y mi corazón. Este maratón me está revolucionando el alma. Gracias Lucía :)
ResponderEliminarAy Lucía, no sé cómo explicarte la sonrisa que haz puesto en mi cara y en el corazón...es tan tan inspiradora tu misión y tu fidelidad y tu valentía para la misma... la verdad nunca me esperé el hermoso cierre de este escrito, para mí habla de un proceso personal de sanación tan hermoso, tan lleno de generosidad primero para tí misma y despuesito para nosotros tus lectores... y como es ya costumbre unas de tus palabras encajaron casi mágicamente en una experiencia que tuve hoy con las estrellas y mi niña... con mis 2 niñas...mi Valentina y yo... como siempre te mando mi <3
ResponderEliminarLucía eres una valiente, sé que la vida te seguirá llenando de abundancia porque lo que haces es increíble, compartiendo tus vivencias, tus logros y lo que has aprendido, llenas nuestra vida y en lo personal siempre justo lo que necesito, y de verdad me contagias ese amor por la vida, Gracias!!
ResponderEliminar"nadie sabe de lo que se estaba perdiendo hasta que lo encuentra..."