viernes, 7 de marzo de 2014

HOY ME QUEDO EN CASA


Mi cerebro ha sido una revolución de descargas eléctricas estos meses. Y al no poder poner mis ideas en orden menos he podido hacerlo en papel cibernético. ¿La razón? Estoy sintiendo todo.

            Cuando a veces leo que me dicen que se sienten identificados con lo que escribí me da mucha nostalgia de acordarme de lo que viví que me hizo escribirlo: Un dolor profundo, una separación, una pérdida, una descarrilada de mi vida. Lógico que cuando ya lo escribo es porque más o menos lo procesé y cuando me dicen esto me siento “de la mano” y de algún modo me da mucha alegría de saber que puedo estar contigo al mismo tiempo que lo vives, porque yo también lo estuve viviendo…

            No es que te desee que te derrumbes… ¡Eso jamás! ¡Quiero los días más brillantes para ti! Es el hecho de que no sé por qué me gusta, me gusta que te acurruques en mis letras, siento que es parte de mi misión en la vida y me hace muy, muy feliz. (Ojalá lo esté logrando de la mejor manera).

            El punto es que últimamente, sintiéndolo todo no sé cuál es el tema principal de mi angustia pero tengo mucha. (Esa sí no me gusta repartirla). Hoy por la mañana me subí a mi Chevy y le dije a Dios en voz alta (al “cabos” nadie oye “masque” Él). “Dios, ayúdame a ser funcional… dame paciencia para no desesperarme y sabiduría para entender lo que pasa por mi mente hasta el estómago…”

            ¿Saben qué es lo más difícil de todo? Que no ubico el “foco de infección” es decir, la razón principal por la que me siento así… tengo vagas ideas pero no lo sé, me falta claridad. Y al estar así me pongo sensible y es entonces cuando si alguien me da un abrazo disimulo mi sentimiento de “no tienes ni (pinches) idea de lo que me está sirviendo esto” pero me dejo chiquear como niña chiquita lo más que pueda para tener fuerzas y seguir… pero ojo, no es esto infelicidad, al contrario, la felicidad es una paleta de todos los sentimientos, es el motor para tener actitud ante esta y todas las situaciones. La tuya, la mía. La felicidad es esa actitud que de pronto tenemos la capacidad hasta de crear. ¿Lo sabías? Puedes ser un creador de felicidad.

            ¿Saben qué es lo que creo? A ver si me expreso bien pero la neta es que siento que los seres humanos, casi todos, tenemos que arreglar cuentas con nuestro pasado de vez en cuando. Sé que eso de volver a recordar temas dolorosos que ya pasaron y machacarlos otra vez es algo tedioso, pero estoy segura que ahí está la lonchera que dejé de mi paz interior. Me enfada lo sé, pero a veces siento que dejamos muchas cosas en el camino, cuando nos pisaron, cuando pisamos, cuando nos hirieron, cuando herimos, cuando nos olvidaron, cuando olvidamos…
           
            Y si vivimos algo así de pequeñitos pues seguro de entrada el tema está más intenso. Porque por ejemplo puedo decirles que si de niños nos sentimos abandonados en varios aspectos, de grandes nos sentiremos así pero como dice mi gurú de la paz interior “De adultos nadie nos abandona, mas que nosotros… si una pareja se va no nos abandonó, terminó la relación…” pero uno como dejó su lonchera del abandono lo vive como si nuestra mamá otra vez se nos estuviera muriendo en nuestras naricitas.

            La cosa aquí es, como lo he dicho en un escrito de un par de meses: Devolverle al problema su tamaño original. Darle el enfoque de adulto lleno de experiencias que ahora somos tú y yo (o al menos se supone) y tomar las riendas de la vida en 5..4..3..2… porque como dijo William Shakespeare: No importa en cuantos pedazos se rompió tu corazón, el mundo no se detendrá para que lo arregles.

            Vaya, creo que podría definir toda esta boruca de sentimientos en una metáfora: ¿Les ha pasado cuando todos los niños ya están jugando en el jardín y tú te estás poniendo el suéter y los zapatos porque si no tu mamá no te deja? Malamente de pronto mal nos ponemos el suéter afuera y los zapatos en el tapete de la entrada porque no nos aguantamos las ganas de jugar, de vivir. Nos desespera voltear a nuestro alrededor y ver como todos de algún modo tienen la vida resuelta y ya están jugando a las escondidas. (Error garrafal compararnos pero humanamente pasa, sentimos que todos están bien menos nosotros).

            Así me siento últimamente… abrochándome las agujetas, descubriendo que a penas me pongo un calcetín, el otro no lo encuentro y el suéter no lo alcanzo del clóset. Es tardado prepararnos y nadie está detenido esperando a que salgamos para jugar. Todos estamos viviendo. “Un dos tres por Cristy que está atrás del Datsun”


            Probablemente quiera reclamarle a mi mamá que mi hermano se salió sin suéter… por envidiosa y malamente esperando a que tenga consecuencias como que lo castiguen. (Ese sentimiento ocurre porque nos comparamos).

Probablemente me queje porque mi suéter estaba más arriba que el de mi hermano y tardé más… y culpe a Dios por no encontrar mi otro zapato como si Él se lo hubiera quitado y no yo. (Eso se llama hacerme la víctima).

Probablemente estalle de rabia por no estar lista y me eche a llorar sin salir en la tarde (Eso le llamaría orgullo, berrinche y poca tolerancia a la frustración).

Probablemente sea poquito inteligente y tenga compasión por mí y decida respetar mi proceso de prepararme para seguir jugando… sí, eso intento hacer, eso intento hacer sin desesperarme… y por eso necesito ayuda del universo…

            Ya me puse chipi (reconozco en cada escrito perfectamente cuando mi corazón se conecta al cien con mi mente en algún renglón y fue el pasado) pero voy a seguir diciendo lo que siento porque no puedo no decirlo…

            Hoy quiero respetar mi momento, llenarme de lo que necesito, cuidarme y como dijo mi gurú de paz interior: No abandonarme porque nadie puede hacerlo más que yo. Si tengo que regresar el tiempo en mi mente para recoger loncheras de olvido y de perdón lo haré y si me tardo es porque tengo que hacerlo. Hoy quiero estar bien… no quiero jugar incómoda con un calcetín mal puesto o resfriarme porque desesperada me salí sin sueter… hoy quiero tener el valor de decirle al mundo “ahorita no puedo salir a jugar… tengo que hacer unas cosas por mí…”

            Ya no estoy chiquita como para que mi mamá me diga lo que tengo que hacer o cómo me tengo que cuidar (Que sinceramente desearía con todo mi corazón que suceda) pero hoy me toca cuidarme a mí y aunque es extremadamente difícil es también extremadamente necesario. Tú y yo debemos cuidarnos y cuidarnos tan bien como lo hizo nuestra mamá, para los que tuvimos la oportunidad de saber qué es, sabemos cómo hacerlo y creo que gracias a la vida somos la mayoría.

            Así que en este ruedo donde me encuentro, llena de palabras, sentimientos, momentos y recuerdos que no puedo poner en orden te digo que saldré a jugar al cien cuando esté lista, que mientras estoy en casita y que aquí también estoy viviendo, estoy bien. Después de todo hasta en el juego de “las trais” hay base. Todos necesitamos un momento de acomodarnos el calcetín y recuperar la respiración, más después de un desastre amoroso, una pérdida, un momento en nuestra vida que nos desordenó el corazón… pero a veces como niños no queremos ni ir a hacer pipí por no dejar de jugar y ahí estamos atrás del arbusto brincando para que no nos encuentren en las escondidas. Nos falta darnos tiempo para cubrir nuestras necesidades básicas.

            ¿El mensaje que tengo para ti hoy? Cuídate… mira que bonito suena la palabra… cuídate mucho… cuídate tiernitamente, cuídate porque te amas, cuídate como te gustaría que lo hicieran los demás, consiéntete como madrina al niño del cumpleaños… ponte a pintar… arregla tus fotos y pégalas en un álbum… que no te importe que todos estén jugando en el jardín, quédate en tu cuarto quietecito, quietecita y descubre lo que tu corazón necesita.

            Chance y podamos juntarnos a hacer actividades de casa… jugar memorama y recordar lo bonita que es la vida… peinar a las muñecas y decorar nuestro interior con lo único que queremos que habite. Tal vez traiga una bolsa de basura y tiremos dos que tres cosas… si no te animas yo te echo porras y luego tú a mí… porque ni yo puedo tirar tu basura ni tú la mía. Y verás que al final de cuentas, adentro o afuera de casa, tampoco estamos solos… estoy yo contigo, estás tú conmigo, estás tú contigo y yo conmigo también… ¡Bienvenido al club de los que nos cuidamos!



            Lo malo de ser adultos es que tenemos que cuidarnos y probablemente me he dado cuenta que pocos sabemos hacerlo… y ya no está bien visto llegar chillando con las rodillas sangradas porque tropezamos… ach, es difícil crecer… pero dentro de todo, respira y dime si no ha valido la pena. ¿Verdad?

            Gracias por leer, los quiero…

Los dejo con el escrito de "devolvámosle el tamaño original a los problemas"

10 comentarios:

  1. Lucía, no sé cómo lo lograste pero me hiciste llorar, bueno si sé! Es la manera en la que escribes, el cómo logras que me identifique con lo que vives...
    Y hoy es uno de esos días que cambian tu día, tu semana; me cayó el veinte, necesito cuidarme, "chiquearme" como dices tú, porque nadie puede quererme más que yo!! Tengo tantas ideas en la cabeza, que no sé como acomodarlas ni por dónde empezar, pero comenzaré por darte las gracias por este escrito, gracias, gracias, GRACIAS.

    erika-pastrana@hotmail.com

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  2. Lucía me gusta acurrucarme en tus letras, son las palabras que yo no puedo expresar y es entonces cuando entiendo lo que estoy sintiendo. En estos momentos estoy como tu “ahorita no puedo salir a jugar… tengo que hacer unas cosas por mí” pero desde aquí te mando muchas Porras :)

    mil bendiciones

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  3. Lucía muchas gracias, todos los dias leo tus escritos, siempre me identifico pero hoy en particular estoy conectada al 100, estoy en un proceso para sanar mi niña interior y hay momentos en los que no sé para donde ir, me siento adulta, me siento niña, mis emociones y sentimientos me invaden, pero es parte del proceso y hoy me has dado una gran respuesta, me cuidaré y hasta que esté lista saldré a jugar, espero no tardar mucho y darme el tiempo necesario, me hace feliz saber que hay personas con las que puedo identificarme, de verdad gracias infinitas, ánimo pronto saldremos a jugar juntas, un enorme abrazo, cuidate mucho

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  4. Soy de las personas que muy a menudo se identifica con cada una de tus letras, de esas que me tocan el alma, que me erizan la piel y me hacen pensar en si estoy haciendo las cosas bien, yo... me quedo en casa, lo haré hoy y varios días más aunque en ocasiones necesito salir a respirar el aire contaminado que nos rodea, a reunirme con una amiga, a contarle que me entristece, decirle lo que en este momento quebranta mi espíritu, hablar y hablar y que sus palabras al igual que las tuyas conforten un poco mi alma, que con sus letras o sus palabras me hagan sonreír , aún, cuando yo misma no esperaba hacerlo de corazón en mucho tiempo, porque amo sonreír, creo que es lo que más hago todos los días, aunque, últimamente, mis sonrisas no provengan de mi alma, y sean solo un intento en ocasiones fallido, por demostrarle a los demás, que estoy bien, que no me pasa nada, cuando por dentro me pasa todo lo contrario. Feliz día Lucía, Gracias por escribir, Saludos desde Colombia.

    Pdta: El día de mi cumpleaños, aunque no me sentía del todo bien y fue ese uno de los días donde más me dolió, me hiciste sonreír en varias ocasiones, cuando recordaba que habías sacado unos minutitos de tu tiempo para desearme un feliz cumpleaños, créeme, jamás lo olvidaré, fue un hermoso detalle de tu parte, Un abrazo a la distancia... eVe Bríñez.

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  5. Esta super buenísimo ayudar a los demás y también sabe rico ayudarse a uno mismo. Como siempre digo, la que siempre te va a acompañar, la que nunca se irá, la que siempre sonreirá con vos, llorará, estará nerviosa, y vivirá con vos es : ♡ Lucia ♡ ni mas ni menos.... cuidala y te cuidaran, ella nunca te traicionara, es tu amiga fiel.... abrazo de luz, gi

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  6. Gracias por estar conmigo Lucia * se pone a llorar :"(
    Barbie Moon...

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  7. Wooow siempre me identifico con tus letras ... Gracias

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  8. Lucía! Qué bonito! (Sonríe con ojo remi) Gracias, un abrazo grandote. Cuídate mucho.

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  9. No sé cómo pero lloré. Hoy estaba en un que no siendo el mejor tu mensaje terminó por arreglarlo. Estoy en mi casa cuidando de mí en todos los sentidos mentalmente y físicamente. Creo que no te imaginas la gran influencia que eres para todos.! Sigue creyéndolo porque tú misión no ha terminad! A todos nos enseñas algo cada día

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  10. Cuidarse.chiquearse.consentirse.hechar porras.a uno mismo es la forma de cuidarse y querernos...lucia te admiro.me ayudas y me abrazan tus palabras.si tu mision de vida es esta.lo has logrado conmigo!! Gracias!!!!!

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