jueves, 6 de marzo de 2014

LAS DOS CARAS DEL ORGULLO




Por orgullo he dejado de disfrutar de algunas horas de la vida, me he auto privado de lo que de pronto era mío y ahí estaba sólo para que soltara de mi mano el orgullo y tomara esa sorpresa del día… lo sé, el orgullo me ha robado abrazos, besos, y por orgullo no dije muchos “te quiero…” por orgullo dejé que alguien cerrara la puerta y no salí corriendo aceptando que lo necesitaba de vuelta, por orgullo perdí, por orgullo lloré y convertí en una tragedia lo que estaba destinado para ser una hermosa aventura… ahí conocí al orgullo negro, arrebatador de vida, un cáncer espiritual.

Pero por orgullo también me he levantado del dolor… y orgullosa al sentir como me arrancaban de lo que más quería me dije “sana, sana, no me duele, soy fuerte, con permiso…” Acepto que si el orgullo no hubiera estado en mis venas, me habría dejado romper en pedacitos… el orgullo me recordó mi dignidad como persona.

Curiosamente el orgullo ha sido también el amigo fiel que me echa porras cuando nadie cree en mí, cuando el micrófono espera que diga unas palabras, cuando he necesitado un bastón para andar. Altanera y sobrevaluando mi ser, el orgullo me retomó de nuevo al camino, a la auto compasión y gracias al orgullo te dije ¡Basta! Cuando ya me estabas doliendo.

El orgullo fue  mi padre fiel que no permitía que de mí se aprovecharan, la madre que me regaló el reconocimiento que nadie me daba… el orgullo me puso de pie en plena jugada, me dio el cariño y las palmaditas que de pronto nadie me daba… el orgullo me dio el valor para dejarte porque no me amabas. Y así, conocí el orgullo blanco… el que me guió cuando nadie me tomó de la mano.

             El orgullo me ha llevado a perder personas, pero también a no dejar que me pisen, el orgullo habitó como consolador y como cárcel… fue muy difícil no dejarse dominar por él en ambos casos. ¿Qué me ha hecho el orgullo? Amigo fiel cuando estoy completamente sola y veneno que corre por mis venas cuando tengo que pedir perdón… El orgullo, como las personas, me mostró sus facetas y agradecida las tomé todas… porque de pronto no supe por dónde caminar y aunque lo haya hecho altanera y caprichosa, pude avanzar. No me arrepiento del orgullo, pero a partir de ahora, la consciencia de ambos colores me mantendrá alerta para no perder a quien vale la pena y no llorar y auto rechazar las oportunidades la vida por rencor.

            Ojalá que mis orgullosos pasos nunca pisen de mala forma el terreno sagrado de mi prójimo… ojalá que mi orgullo respete el orgullo de los demás. Ojalá que pueda entender y ser agradecida por esta herramienta, que aún con sus dos facetas, me salvó de la muerte cuando no creí poder continuar, ahora la utilizaré para dar lo que me dio: vida, pues estoy orgullosa de ella.

2 comentarios:

  1. y está el orgullo que siente una cuando te lee! jaja. Felicidades Lucía tapatía!


    Lucia amonos a Disney, en Juliooo! jaja despedida, soltera, Mickey, Minnie, Mouse, contentismo, que chidoo! jajaja

    Bonita tarde

    Saluuud!

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  2. Como siempre tan oportuna...como siempre echando porras...mi porrista numero uno...hace tiempo perdi ese orgullo y estoy hecha pedacitos pensando en morir...pero pedi ayuda a todas mis amigas y amigos...estoy en busca d ese orgullo que en otros momentoa me levanto lo quiero de vuelta ya!!!! Como se recupera por que al parecer cuando se pierde elborgullo y el amor propio se pierde todo...en busca de mi amor y orgullo para salir esta y tus palabras las tomopara continuar!!!! Grax lucia x compartir...vans

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