jueves, 3 de diciembre de 2009

DE LO QUE NADIE SE SALVÓ


Brindo por aquella tía, miembra oficial de cada familia del mundo, que nunca dejó de prensarnos los cachetes. Porque después de todo, aceptémoslo, es mejor ese dolor que la indiferencia. ¡SALUD!

1 comentario:

  1. Wow, creo que me siento aludida. Y te mando dos peñisquitos en cada mejilla.

    Te quiero mucho.
    Te mando un abrazote.

    Martha Alicia.

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