Desde que llegué de Asia he tenido una revoltura de
sentimientos. En la cima creyendo que la felicidad dura para siempre, triste
pensando ¿Qué voy a hacer de mi vida? Y de repente otra vez en la cima con mis
amigos botada de la risa. Y de
todo esto entiendo que la vida es una montaña rusa. Y lo repito cada vez que necesito entender por qué me siento así: la vida es una montaña rusa.
Cada día me
fijo bien que desde que amanezco tengo un humor especial. A veces indiferente,
a veces con un contentismo que agradezco y otras veces irritada y las mujeres
me entenderán bien. Trato de tener un buen día con todas mis fuerzas y no
siempre lo logro. ¿Qué me pasa? Entonces pienso…
Hoy entiendo que todo es parte de un todo. Que hacemos lo
que podemos, que pagar el precio de vivir es a veces la única tarea del día. Y
todo esto me suena a los aerobics que iba de niña “¡Arriba! ¡Abajo! ¡Más
arriba! ¡Abajo!”
Entonces me revuelvo. Entonces pienso de todo y no tengo a
veces nada que decir en específico porque no, no entiendo por qué a veces un
día es tan diferente del siguiente. O una mañana de la tarde…
Nah, no es inestabilidad, es solamente entender que las
emociones suben y bajan respecto a lo que le das importancia y en eso amanecí
pensando. ¿Qué es eso que me importa que al darle valor sube y baja mi estado
de ánimo dependiendo de la situación en la que eso que me importa se encuentre?
¿Vale la pena darle importancia a lo que le estás dando
importancia?
¿Qué pasaría si te sueltas?
¿Qué pasaría si pusiéramos más valor
dentro de nosotros más que afuera?
¿Qué pasaría si nos encontráramos con la
noticia de que nuestro día es tan importante que no debería verse afectado por
las circunstancias que ahora me preocupan?
¿Qué pasaría si me permito un
poquito soltarme de lo que me tira para abajo?
¿Qué cambiaría si dejara lo que
me está tumbando?
Es un hecho que la vida es una montaña rusa y que no podemos
negar que vivimos en un escenario y esa plataforma claro que define nuestro día
de alguna forma, pero la forma en la que vemos las cosas probablemente es la
que sí puede cambiar.
Intentando darle valor a lo que viene de dentro. Hace mucho
escuché una frase que dice: Si algo a lo que tú llamas tuyo pueden quitártelo
no es tan tuyo. Entonces pensé qué cosa no puede quitarme nadie para saber qué
sí tengo y creo que muy pocas cosas pero hoy propongo, por ser lunes, intentar
que el día sea sólo nuestro, que nadie nos lo quite.
Dejar de lado las falsas creencias y preocupaciones tontas
que ocupan el primer lugar del día como si de verdad lo merecieran y comenzar a
intentar ver el día como único y propio. Como un lienzo en blanco puesto para
un artista como tú.
Tal vez es hora de reclamar lo que nos pertenece o al menos
no dejarlo ir por algo que no valía la pena. En eso amanecí pensando.
Si la vida está hecha de días y yo soy una mujer que reclamo mi amor por la vida, entonces voy a empezar por mi amor por mi día ¿Qué puedo hacer hoy para que al irme a dormir esté contenta por que haya valido la pena? ¿Qué debo evitar para que las energías que tengo no se chupen en algo que no importaba tanto?
En eso amanecí pensando, en que hoy, al menos hoy, con todas mis fuerzas intentaré decir: #EsMiDia
Lucía, siempre es un gusto leerte y me pones a pensar, logro descubrir un mundo de cosas con cada una de tus publicaciones.
ResponderEliminarSaludos bonita, un abrazo!
Gracias por compartir ;)
ResponderEliminareres mi favorita :D
Saludos
Me encanta leerte por que siempre encuentro pedazitos de mi retratados en tus letras! Siempre me das una nueva perspectiva y siempre me das un nuevo pensamiento positivo, un abrazo enorme desde Holanda! (:
ResponderEliminarHola Lucia! Acabo de descubrir tu blog, y solo quiero decirte que has llegado a mi vida en el momento preciso GRACIAS!!! :)
ResponderEliminarLucía!! como le hago para tener tu libro?? soy de Sonora, no lo he visto por acá!
ResponderEliminarsaludos!!
Hoy será mi día
ResponderEliminarGracias Lucía ;)
Extranio tanto que escriba :( siempre me identifique tanto con sus palabras... Vuelveee luciaa
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