¿Hasta qué
punto la obsesión por encontrar a la pareja perfecta nos impide divertirnos en
el camino? ¿En qué momento la exigencia por el “hombre o mujer perfecta” deja
de ser sana? Sigue leyendo…
Yo tendría ocho o nueve años cuando perdí. No podía
entender cómo todas se manifestaron en mi contra sabiendo yo que todas
estaban equivocadas, pero respetaba la democracia y acepté la derrota. No puedo
entenderlo hasta la fecha, no el hecho de haber perdido, sino que todas
estuvieran de acuerdo con algo tan tonto. El mundo está mal, pensé.
Todo comenzó cuando nos sentamos en el frío piso
del cuarto de deportes de Chuy, un profesor al que todas queríamos. Ese día nos
juntamos las niñas en la clase porque teníamos que ponerle el nombre al
equipo de Kitbol, es como “besibol” pero con el pie.
Yo era de las más buenas del equipo debido a que
había crecido con mis hermanos quienes me enseñaron a ser ruda en los deportes
y como líder positivo me habían nombrado la capitana.“Elegiremos el nombre que tenga más votos, todas
pueden pronponer…”
Entre muchas opciones estaba aquella que se
quedaría marcada para toda mi vida. ¿Cómo es que a Ale Moreno Levy se le ocurrió
tal cosa sin sentido?
- Piensen niñas, un concepto que nos identifique.
(siempre me he tomado muy a pecho los nombres que le pongo a las mascotas, a
mis muñecas, ¡A todo! Creo que tienen que ser muy significativos y no sólo
porque sí).
Pues bien, parece que el sermón que les di no les
había servido de nada, para pronto sale Ale Moreno, una niña muy simpática aunque
en ese momento no me acusó gracia y dijo:
- ¡Ya sé! ¡Globitos
y corazoncitos!
Justo cuando acababa de terminar de decir “tos”
de la palabra corazoncitos yo ya estaba pensando en la estupidez de nombre que
era eso, pero al mismo tiempo de que eso entró en mi cerebro todas gritaron:“siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii”
Ese fue el día en el que me derrocaron. No entendía
por qué razón no le daban importancia al significado del nombre, el que iba a
aparecer en el diploma que ganáramos, “Globitos y corazoncitos” no es que
sonara mal pero no tenía nada que ver…
- ¿Por qué ese nombre? – pregunté.
- ¡Está padre! – me dijeron todas como si yo no
entendiera.
El voto fue unánime, a excepción por la rubia líder
pero no podía hacer más, necesitaba llevar al equipo por el buen camino y lo
primero era demostrarles que la democracia era un valor primordial.
Pero odiaba el nombre, odiaba verlo en el pizarrón
cuando escribían “hoy juegan Globitos y Corazoncitos contra Ositos Panda”. ¡Que
asco! Los otros nombres también eran una barbaridad. Todo el mundo de niñas
estaba contra mí.
Es un
sentimiento indescriptible sentirte tan diferente a los demás y no entender por
qué todos están de acuerdo con algo que te parece repugnante. Y peor aún es
tener que forzar a adaptarte a esa situación con la que no estás de acuerdo.
No podía entender cómo podía valerles un nombre y no pensar mejor y
quedarse con la primera idea. ¡El nombre lo es todo! Pensaba.
A veces creía
que yo era la que estaba mal porque todas creían diferente. Era tan fácil escuchar un nombre bonito y quedárselo
sin pensar y comenzar a vivir y divertirse. Yo no podía divertirme con un
nombre tan mediocre. Un nombre sacado de la nada, sin saber qué es lo que
significa, a dónde me va a llevar y peor aún, saber que estará impreso en mi
diploma para siempre. Ya no sé si quería ganar sólo por eso. Pero jugué.
Pateábamos la pelota tan lejos como podíamos y éramos
un grupo muy unido, a decir verdad me gustaba tener a Ale con nosotras. Era una
niña alivianada que nada le parecía mal y todo hacía de buena gana y con
sonrisas. Parecía un cupcake. Yo era una hoja en blanco con miedo a
empezar a escribir. Ella escribía
y si se equivocaba agarraba otra. Yo no podía gastarme hasta saber lo que quería.
Era desesperante verlas correr sin pensar en nada y yo no poderme quitar de la
cabeza los estúpidos globos y los cursis corazones pero creo que ya lo dejé muy
claro.
Quedamos campeonas creo… no pude disfrutar la
victoria como quisiera pero así pasó.
Como tú y todo el mundo crecí. Seguía siendo esa
niña obsesiva que necesitaba un concepto, una idea general para arrancar una
tarea, un proyecto personal… así que ser creativa en una agencia de publicidad
me vino muy bien. Siempre les insistía a todos que la campaña publicitaria debía
de trabajarse bajo un concepto muy claro y definido.
En fin, algunos sabrán que me encanta revolver
experiencias de la infancia ligadas a otros conceptos y hoy hablando del amor
en la mañana pensé que soy una niña igual de ideática para enamorarme que para
escoger un nombre.
Así
que a modo de juego enumeré las oraciones de los párrafos de arriba pero en vez
de ponerle la palabra “nombre” le puse “hombre” y esto fue lo que obtuve.
- Quería un hombre que me marcara para toda la
vida.
- Quería un hombre con el que me identificara.
- Un hombre que fuera significativo.
- Un hombre al que le diera importancia.
- Que me gustara el simple hecho de verlo
(anotado en el pizarrón).
- Un hombre que valiera.
- Que no sólo fuera el primero que se te ocurrió.
- Que no fuera mediocre.
- Que fuera un hombre que eliges no sólo porque
es bonito.
- Que no fuera sacado de la nada.
¿Hasta qué
punto la obsesión por encontrar a la pareja perfecta nos impide jugar un
divertido juego como lo hizo Ale y divertirse incluso si no ganas un diploma? ¿Cuánto
tiempo es oportuno “esperar”? ¿Hasta qué punto la exigencia deja de ser sana?
Todas esas preguntas vinieron a mi cabeza y
entendí que algo de razón debía de tener toda una multitud de niñas felices
cuando yo era la única inconforme. Lo averiguaré un día, pensé. Y es que desde
hace tiempo que vienen estas ideas a mi cabeza y saberme diferente a veces me
hace pensar que “estoy mal” porque todos eligen a su pareja, se equivocan,
tienen otra y son felices.
No declaro que yo soy infeliz pero es que no
puedo conformarme con algo que no me llena. ¿Qué es más importante aquí? Creo
que el punto radica en el que a veces dejamos de vivir por pensar tanto, nos
quedamos estáticos ante el miedo de una elección, nos escondemos tras nuestras
exigencias en vez de conocer a alguien como dice Elvis Crespo “suavemente”. Observa a tu alrededor, a tu mejor
amigo o amiga, a ese niño o niña que das por sentado porque siempre está
contigo o a ese compañero de trabajo que le hace su luchita… todos son una
posible historia… ¿Quiéres no vivirla por estar esperando a la persona ideal?
No te estoy diciendo que te cases con él, te estoy diciendo que lo veas… que
realmente lo veas y lo conozcas y te dejes convivir.
A veces entramos en un royo muy “intenso” de
querer conocer a alguien justo como lo tenemos en la mente y tal vez esa
persona no exista, o bien, no sea la indicada para nosotros. ¿Realmente sabemos
lo que queremos? Por ejemplo, si jamás le hubiera puesto a mi equipo “Globitos
y Corazoncitos” y si hubiera encontrado el nombre “perfecto”, no estaría aquí
con ustedes platicando de mi trauma infantil, de hecho, ahorita no me estarían
leyendo, estarían haciendo otra cosa y no tendríamos esta conexión cósmica que
creo que tenemos ¿tú no lo sientes así? Entonces el dicho de “por algo pasan
las cosas” no está tan gacho después de todo.
Ya me hice bolas. Continuando con los globos y
corazones del asco, pensé en San Valentín y el escrito cursi que seguro me tenía
que aventar para no quedarles mal con el día. Pero ¿qué puedo decir del amor?
– Me dirán ustedes por saber que estoy soltera –.
Lo que pienso es que muchas veces nos traumamos y
diario estamos viendo lo que no tenemos. Si estamos solteras vemos románticas
parejas dándose un beso y pensamos en nuestro interior cuándo seremos nosotros
esa niña que se ve tan feliz. Y cuando estamos con novio estamos traumadas por
ver a nuestras amigas que se van a ir de fin de semana todas a Las Vegas. ¿Quién
entiende a los humanos? Igual con los hombres, ¿No les pasa a ustedes también?
Díganme si no se sienten identificados con la idea de que se tardaron tres años
en conquistar esa niña guapísima y ya que es su novia no valoran igual su
belleza como cuando la veían de aparador caminando por la calle y no podían ni
hablar. No sé tal vez no sea así pero me dí a entender?
Así pasa. Somos raros. (Jaja quiero que todos
sean para no sentirme tan mal) pero en realidad así es. Yo ando con mis trips
de pensar que tal vez le debo de bajar un poco a la exigencia de la idealización
del “nombre” perfecto y divertirme con alguien que esté al lado mío y tengamos
cosas afines, creces como persona, ganas un amigo y quien quite y pase algo
diferente a lo que imaginabas, porque pasa algo mucho mejor.
Las fuerzas
de la naturaleza actúan mientras estamos intentando escribir una historia
diferente y nos sorprenden con momentos aún mejores.
Creo firmemente que no vamos a enamorarnos
de alguien que no conozcamos, así que dediquémonos a conocer al sexo opuesto (o
el sexo por el que nos sentimos atraídos) explorar sus gustos y sus afinidades
y ser detallistas. En mi experiencia les puedo decir que las mejores relaciones
surgen de los mejores amigos.
Déjense de “no está tan chida del cuerpo” o “Dicen
que es medio celoso” y ¡Conozcan! Salgan con ese niño que le han dicho que no
siete veces o inviten a la hermana de su amigo que saben que tiene un crush con
ustedes, total, no estás jugando con ella, la estás conociendo… en pocas
palabras ¡Que comiencen los juegos!
Yo por ideática no disfruté mi torneo de Kitbol y
ni me casé con él jajaja. Este 14 por ejemplo, pueden salir con alguien
si quieren y pasársela bien. Créanme, se los digo como niña, nos gusta que nos
inviten a salir ese día aunque en el fondo digamos que nos vale y que es pura
mercadotecnia. ¡Que viva la mercadotecnia si ella me lleva a pasar un día
especial!
Buscamos
pretextos para evitar sentir, para no ser cursis, para no darle importancia al
romance, al amor a una oportunidad para estar con alguien. Pero ahí andamos
besando sapos de bar en bar.
Por eso ciudadanos, este 14 de febrero yo digo
que no empiecen con “es
que si la invito ese día va a creer que quiero con ella” y las niñas tampoco se pongan sus moños. ¡Salgamos!
O si no va a ser hoy, al menos dedícale dos minutos a tu día a identificar todo
aquello que tu corazón tiene adentro y te impide amar. Porque todos tenemos derrotas escritas en el corazón que nos hacen no
entregarnos como nosotros sabemos y somos, y esas heridas, si afectan, no están
cerradas, y si al contrario, te hacen ser mejor persona y hasta las agradeces…
ya son hermosas cicatrices y parte fundamental de tu historia personal y del
por qué eres tal y como eres.
Y obviamente
también consideremos que es día de la “amistad” no sólo de los Globitos y
Corazoncitos, mira a tu alrededor, todos aquellos amigos que te han ayudado en
el camino.
En fin compañeros voy a subir así este escrito,
ya me harté de todos los borradores que tengo y que no subo porque “no estan
perfectos” voy a dejarme de cosas, de ser la líder incómoda que se quedó con
las ganas de un nombre perfecto y así se pudo haber quedado toda la temporada
mientras todas las demás jugaban kitbol. (No hablo de que nos conformemos)
Hablo de que a veces si vemos a alguien y no lo etiquetamos enseguida como
“el hombre perfecto” ya no decidimos conocerlo más afondo pero ¿Cómo carajos
sabremos si era o no si ni siquiera lo tratamos más a fondo por la barrera de
haberlo etiquetado como persona casual?
Alguien muy sabio dijo “Nadie ama lo que no conoce” así que levántate del frío piso y
juega. Este mensaje se autodestruirá en 10, 9, 8, órale agarra tu cel y márcale
a esa persona que se te vino a la mente! (Y nada que en eso suena mi cel)
jajaja broma.
Hasta la próxima, no olvides dejar tu comentario
y los que me hicieron caso díganme cómo les fue. ¡Ah! Otra cosa… Pongan su mail
en el comentario porque hay algunos que me han dado ganas de contestar y no sé
cómo… los quiero, les mando polvitos mágicos hasta donde estén… aférrate a ese
impulso de hacer algo extraordinario, después de dos minutos se baja la emoción
y volvemos a ser personas normales y no venimos a este mundo a pasar
desapercibidos.
Un beso a todos en este día y les mando todo ese
amor tan grande que no es otra cosa mas que devolverles lo mucho que me han
dado.
Los quiero lectores hermosos, los quiero con todo
mi corazón y globitos. Jajaja.