"Ámame cuando menos lo merezca porque será cuando más lo necesite"
(no encontré el autor de esta frase si alguien me ayuda).
A veces pienso que yo estoy loca, a veces que el mundo
entero lo está y yo estoy bien, pero cuando me siento más feliz es cuando creo
que todos lo estamos o nadie lo está. Cada uno estamos intentando hacer lo
mejor desde nuestro lugar… ¿Hay alguien aquí que no esté intentando lo mejor
que puede? No lo creo.
Así que de pronto pienso que me
falta más amor por la humanidad en vez de estar juzgando. Claro, esto se me
ocurre justo cuando me siento vulnerable y lo que menos me gustaría es ser juzgada, entonces empiezo a pensar
en que nadie deberíamos de hacerlo. Pero bueno, al menos estoy entendiéndolo.
Todos
tenemos una amiga que no nos gusta su novio y queremos convencerla de que lo
deje, pero también tenemos otra que nos dice que debemos dejar de fumar y pagar
nuestras deudas, el caso es que es muy fácil identificar lo que el de al lado
debe hacer pero en mi caso creo que me cansé de juzgar. Cada quién está
viviendo algo que – como una lectora hermosa me dijo – necesita vivir.
Lo
que requiere nuestra amiga es más amor de nuestra parte, no una miradita de
maligna cuando nos dice que sigue con él. Así como nosotros requerimos una
mirada tierna cuando andamos volando bajo también. Al final de cuentas, más
allá que decirnos lo que tenemos que hacer, buscamos en la amistad un poco de
entendimiento, de que sí nos jalen las orejas pero luego nos abracen, porque
¿Quién está exento? ¿Quién es perfecto?
Y
si acaso alguna vez necesitamos hacer una “friendtervention” hacerlo con todo
el amor que nos gustaría lo hicieran por nosotros. En vez de juzgar, el mundo
necesita más personas que se pongan en el lugar de los demás.
Y
es que empezamos a escribir nuestra historia no sé en qué momento pero de
pronto todavía ni sabemos cómo tomar un lápiz y ya debemos decidir lo que
tenemos que estudiar o a qué primaria ir… qué difícil para una pequeñita o un
pequeñito como lo fuimos tú y yo, tener que ser protagonistas de nuestra
historia y todavía no tener la oportunidad de equivocarnos. ¿Qué es un error
después de todo?
Y
en este tomar la pluma sin saber escribir comenzamos a garabatear y sin
saberlo, nos hicimos “grandes”. Y
aquí comenzó a aplicar la horrible frase de “ya estás grandecito” y nosotros,
sintiéndonos unos pubertos sin herramientas definidas, luchamos por ganarnos un
lugar en el mundo y por esto que nos pasó a todos yo me pongo de pie y aplaudo
a cada uno, lo haya hecho como lo haya hecho.
Creo
que de pronto y no hablo de zona de confort, pero de pronto nos falta un poco
de compasión hacia nuestra persona. Reconocer lo que hemos hecho bien más allá
de lo que la regamos. Aplaudirnos nuestros logros en aquellas inhumanas
condiciones en las que aún entre todo ese dolor familiar o tragedia en tu vida
(que nadie nos salvamos) salimos adelante y estamos vivos y según yo enteros.
¿No se les hace que hoy debemos de aplaudirnos por todas esas cosas?
Recuerda
a tu yo adolescente las veces que lloró en su cama y mírate ahora, trajeadito y
todo o si eres mujer, usando bolsa y tacones e intentando conseguir aquel
trabajo o beca. ¡Somos una chulada! Hoy creo que es el día de reconocer lo
mejor que hay en cada uno, empezando por reconocer lo mejor que hay en ti, en
tu corazón. Mira, ponte la mano en el corazón (yo no puedo porque ando
escribiendo) y siente todo lo que eres.
Todo
lo que has vivido, todas esas veces que amaste ¡Qué bárbaro! ¿A poco no eres
una chulada? ¿A poco no de pronto a veces te hace falta un autoreconocimiento?
Hoy regálate un trofeo espiritual por todo lo que has hecho bien y después de
apapacharte tanto, comienza a reconocer lo que ha hecho bien tu papá o tu mamá…
en vez de todas las veces que no estuvieron contigo o te agredieron sin querer.
¿No
les pasa que cuando se auto reconocen pueden ver la bondad en los demás? Hoy
creo que es un buen día para hacerlo, empezar por nosotros como ya lo dije y
mirar el entorno. Incluso piensa en esa persona que te cae gorda y reconócele
una cualidad… la humanidad no es mala… tiene heridas que al dolerle, también
lastima.
Así,
con el corazón en la mano a los que todavía tienen la manita ahí, les digo:
¡Felicidades! Hemos logrado estar hasta aquí. Bien o mal, estamos. ¿Qué
queremos hacer con esta oportunidad? No sé, yo hoy pensé en que por respeto a
todo lo que pasamos y los errores que cometimos, merecemos un poquito de autocompasión.
Cada quién tiene una historia, y esa historia es sagrada… pero dentro de esa
historia tenemos que asegurarnos de no tener heridas que no han sanado, porque
a través de una herida no sanada es que de pronto lastimamos a quienes más
queremos.
¿En
resumen? Todos somos unas almitas tratando de hacer lo mejor que podemos con lo
que tenemos por lo que necesitamos más amor hacia los demás que andar juzgando
o echando miraditas. Debemos dejar de ser tan duros con nosotros mismos y de
reconocer lo que hemos hecho bien y claro que trabajar en nuestras áreas de
oportunidad pero con compasión a nosotros mismos.
Y
si tienes una herida personal que no te deja unirte al grupo de los optimistas,
no tardes en sanarla… la vida te está esperando para darte todo lo que siempre
has querido o algo mejor.
Valida lo mejor que hay en ti, acreciéntalo y comienza a validar lo mejor que hay en los demás... es algo sumamente divertido y una cadena de buena vibra que crece... y crece... como crecemos nosotros cada día sin saber por qué. Adiós.
" todos tenemos las razones suficientes para ser lo que somos" la escuche no se donde, pero siempre que alguien me irrita o que sencillanente me parece insoportable, me la repito y en mi.mente le doy una palmadita en el hombro a esa persona. :)
ResponderEliminarQue bonito comentario, me acordaré de la frase cuando esté en ese caso en particular.... gracias.
EliminarJose White, creo ...
ResponderEliminarAhhh qué bonitoooo! Amemonos todos!! Todo lo que vivimos es un presente, un necesario regalo de la vida que nos hace ser las bonitas personas de hoy!
Tu tienes las palabras llenas de razón! :)
Yo suelo llamarle misericordia:en una virtud que impulsa a ser benévolo en el juicio o castigo.
ResponderEliminarDurante la vida usamos lentes de diferentes sentimientos que nos hacen apreciar el mundo de maneras particulares, cuando usamos los lentes de la misericordia, podemos entender, justificar, perdonar, confiar, creer, al menos así es como yo se los explico a mis pacientes y como yo he logrado sobrevivir.
Si alguien hiere es por que seguramente su herida es mucho mas grande que el dolor que le infunde al otro.