De cuando en cuando en diferentes momentos de mi vida me
aíslo y esas cosas. No es que una luz en mí se apague es que como lo dije
solamente, me aíslo y me vuelvo introvertida y observadora… escucho frases de
películas o en cafés con mis amigas llega mi punto de concentración en el que
veo solamente una boca moviéndose en cámara lenta diciendo lo que muchas niñas
tienen en el corazón y me doy cuenta
de que de algún modo estamos conectados
con el mismo dolor y los mismos miedos así como los mismos deseos. Entonces
escucho y entiendo que no sólo yo me siento una extraña que quiero preguntarme
si no vivo en Melmac también y tenga que buscar mi nave y regresar a casa.
A final de cuentas creo que dentro de toda esta atmósfera
donde me veo envuelta que parece extraña, todo
comienza a cobrar sentido cuando te limitas a observar y no querer desesperada
querer encontrar respuestas a todas las preguntas del universo.
Y es que a veces es conveniente alimentarnos de todo lo que
hay alrededor y observar el mundo de un ángulo que no sea siempre el único que
conocemos y entender que la vida puede
verse de tantas formas y que al cambiar de panorama también los problemas
cambian de tamaño y las soluciones se esparcen y no tan lejos.
Es por es que entiendo
que en momentos de “incomprensión” a la vida, probablemente lo que falta es
sólo observarla. Pero no sólo con nuestro ángulo. No es lo mimo estar
parada en el tráfico sudando con la cuenta del taxi corriendo que estar en un
avión y ver como tiernamente se mueven los carritos.
A veces creo que no
vemos los problemas de varios ángulos porque nos asusta el hecho de tenerlos
enfrente y los sustos paralizan. Por ejemplo, hoy amanecí sabiéndome en una
etapa introvertida y que estas etapas me sumergen en mi mundo y me hacen
reflexionar más que salir de fiesta y contar chistes – y escribir mucho y eso
me está encantando - . Pero eso no me hace – como ya lo dije al principio –
apagar mi luz o salirme de las canchas sino que simplemente me doy la libertad
de poder “angulizar” mi vida y volver a acordarme de las coordenadas que tengo
en el mundo, con lo que cuento, con lo que no, lo que me duele, lo que ya no…
Y eso amigos míos… aunque no grite de emoción y más bien esté
calladita, me está en-can-tan-do. En este mood la inspiración llega como si
nunca se hubiera ido y descubro tantas cosas por segundo… en silencio muchas veces todo comienza a cobrar sentido.
Y aquí estoy, entendiendo que no tengo que entenderlo todo
pero disfrutando de al menos abrir bien los ojos por si algo se me revela para
confirmar si mi camino es el correcto o debo reposicionar mi lugar en el mundo.
¿Y tú? ¿Cómo amaneciste?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario, es lo más sabroso de escribir... :)