El otro día leí una frase que me dio mucha risa “Me choca
cuando empiezo mi día al pie de la letra y la gente o la vida no siguen el libreto”. Algo así iba. Y es que de pronto, al menos yo, hice un
guión espectacular en mi cabeza y al ver que ciertas cosas no suceden me siento…
no sé cómo me siento.
¿En qué momento a la vida no la dejé ser? Recuerdo que en mi
infancia los juegos más aburridos era cuando me juntaba con niñas controladoras. “Y
que yo era la mamá y tú la bebé” ¡Me chocaba ser las bebés! ¡Las bebés no hacen
nada! “Y luego que tú te dormías” O sea prácticamente mi amiga de preescolar me
estaba dictando todo lo que teníamos que hacer las bebés.
Obvy un día hicimos rebelión de niñas con biberón y las pusimos en su lugar pero ese
no es el punto, la cosa es que no sé si a veces a la vida no la dejamos ser. O
por más que nos creamos tan importantes como para pensar que podemos cambiar el
rumbo de la vida, ella pueda vernos como unas hormiguitas rebelándose contra el
mundo. No lo sé.
El caso es que tal vez entiendo que a la vida hay que
dejarla ser aunque no sepa todavía como… y que dentro de nuestra libertad
existe también la libertad de las coincidencias del día, de las personas que se
acercan y lo más bonito sería que las dejáramos jugar antes de ponerles
cualquier título o esperar de ellas cualquier cosa. Porque cuando alguien llega a nuestra vida muchas veces buscamos colocarle un personaje dentro de nuestra obra de teatro antes de preguntar ¿Qué quieres? ¿Quién eres? ¿Cuál es tu libreto?
Tal vez los días también quieran ejercer su propio papel…
tal vez la historia aunque no se esté escribiendo como la imaginamos no quiere
decir que no sea perfecta… tal vez lo único que tenemos que pensar hoy es que
por más que de pronto nos sintamos perdidos, de algún modo extraño, TODO, TODO
llega a cobrar sentido en nuestra vida en algún momento de ella.
Un encuentro, alguien que amaste, una desilusión, una traba,
un bache, un problema horripilante, una despedida, otra… todo llega a cobrar su
misterioso sentido…
Así que tranquila me tomé mi té de la mañana y pensé en que
aunque hubiera amanecido sin saber qué onda conmigo… entendí que no puedo ser
esa amiga de preescolar que está dictándole a la vida un libreto. ¿Y tú? ¿Cómo
amaneciste?
"todo llega a cobrar su misterioso sentido…" todavía no le encuentro sentido a muchas cosas, pero lo mejor de todo es que me siento en paz, simplemente creo que decidí dejar ser a la vida!
ResponderEliminarbonito día Lucia!!
O tal vez nuestro guion no es perfecto; pero no importa porque como en cualquier obra de arte es incompleto... para ser brillante
ResponderEliminarEs decir; debemos dejar que la vida nos lleve a su ritmo, y solamente ser marineros y no el capitán?
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