Llegué a los quince mil lectores en Facebook y sí, mi
corazón se alegra mucho. Últimamente anda alegre… pero en específico era una
meta que había deseado desde hace mucho… no veinte, no un millón, me había
planeado quince mil.
¿Qué significa esto? Créanme, fue un largo recorrido
averiguarlo. Esa línea delgada entre comenzar a hacer algo y de pronto no saber
por qué haces algo en automático… detenerte y reflexionar para dónde vas para
luego avanzar… entender que a veces la gente no me comprenderá y está bien,
entender que habrá momentos de luz cuando decaída reciba ánimos y está bien, y
también comprender que habrá veces que no reciba ánimos de nadie y aún así
tenga que ponerme de pie.
Este camino que he recorrido con muchos de ustedes desde el
principio y algunos nuevos que ya quiero de la misma manera, me ha vuelto automáticamente
en una mujer agradecida, es lo primero que se me viene a la mente cuando pienso
en ustedes, en la gente que le gusta leerme, en las personitas que me
recomiendan y me dan mil ternura: “mira “Laurita” léelo te juro que te va a
gustar. Si las veo no crean. Y me imagino a Laura pensando “¿Y esto qué?” y así
sucesivamente.
Amo que una buena idea se comparta, una gran idea no creada
por mí, sino que estaba ahí en el camino y la hice mía como quiero que tú hagas
tuyo todo lo que te de plenitud.
He dejado de tener miedo, esa es una buena noticia que
quería darles. Y esa libertad que ahora poseo sé que me va a llevar por
escritos que no he hecho pero habitan dentro de mí y que tendrán que salir en
el momento que tengan que hacerlo… al ser una mujer más libre les estoy al
menos abriendo la puerta. Me falta más constancia, tiempo de relajación para
que salgan y un toque de inspiración pero todo está ahí.
Estar para ustedes ha sido una manera de agradecerles estar
conmigo también. Aunque a veces de ambos lados es de un modo más espiritual que
un contacto en sí, de todas formas se siente… ¿No creen?
Y bueno, en cuanto a la Lucía que veía como de 14 mil se
acercaba a 15, lo que me había propuesto, sentí la necesidad de regresarme a
preguntarme por qué me había planeado esa meta y hoy quiero compartírselas.
Hace poco escuché una conferencia de una mujer que admiro
mucho: Elizabet Gilbert. Una escritora que me gusta. Ella decía que la
inspiración llegaba de pronto a grandes pensadores y era como una hadita que
aventaba polvos y tenías que cacharlos y tenías que correr con ellos sin que se
te cayeran para escribir, para crear… tenías que anotar lo que la hadita te
dictaba a la hora que te lo dictaba porque cuando el momento mágico se acababa
entonces todo se olvidaba…
Y que por lo tanto los escritores no son sino personas a las
que las haditas deciden hablarle. Me gustó esa idea porque me hizo pensar que
nada me pertenece y eso está bien. He aprendido mucho del desapego este año y
también me ha hecho una mujer más libre. “Tengo poco y lo poco que tengo lo
necesito poco” decía una hermosa mujer. Y sí, eso me ha pasado a mí y ligera de
equipaje no he creado más escritos que haya compartido con ustedes, sino que me
considero en mi etapa de siembra para ver qué crece, para ver qué hada va a
venir esta vez…
Y si nada me pertenece, y si todo es algo que llega a mi
vida por una gran bendición, entonces no me queda mas que pasar el mensaje, no
me queda mas que compartir lo que recibo y quedarme sin nada porque de un
principio nada era mío.
Vacía es como me he
sentido más llena. Mi esencia es sólo el medio de transporte de un polvo de
hadas mágicas. Y entendido todo de esta manera: sí, mientras más personas lo
lean mejor para mí. Y sí, mientras más personas lo compartan también.
Entonces dejo de tener miedo, miedo al error, miedo a
actuar, porque sé muy bien a dónde voy, estoy aquí para compartir, para
expresar lo que de mi ronco pecho quiere salir, lo que experimenté y no puedo
no decir “miraaaa”.
Es algo así como el cine, es inevitable darle un codazo a la
persona que tienes al lado cuando una escena está de mucha risa o de mucho
miedo. Nos ponemos en contacto con las personas para pasar lo que la vida nos
ha dado.
Todas esas ideas, toda esa filosofía de ser pleno, de salir
de la zona de confort, de ver a los problemas más pequeños que nosotros, de
recuperar nuestro poder, de vencer el orgullo, del milagro de ser tú mismo y
todo eso no es algo que no se haya dicho ya. Pero, sentirlo y vivirlo me
provoca querer contagiar mi amor por la vida y que más personas se sientan y
sepan libres y que más personas amen su misión de vida y mueran por ella.
Por eso hoy doy gracias por poder tener un espacio donde
puedo compartir. Les doy el crédito de su paciencia, de su tiempo y de su
cariño que recibo de vuelta y con él adquiero fuerzas y le sigo y así
sucesivamente. Les doy gracias por darme la oportunidad de leerme y realizar mi
palabra favorita con ustedes: coincidir.
Mis lectores me han cambiado la vida. Me han regalado
momentos inolvidables y me han hecho crecer como persona. Me han dado muchos
polvos mágicos que también han recibido en el camino y me da gusto estar
rodeada de una energía tan positiva, tan pura, una luz que probablemente nació
del dolor de sus historias personales y ahora es transformada en la bandera que
alzan. Así los veo. Así me gusta coincidir con ustedes de esa manera y aunque
en específico no conozcamos nuestras historias… en el cachito en el que nos
identificamos me basta.
Mi siguiente meta es ponerme en contacto con ustedes, es un
compromiso que tengo desde hace tanto pero no me importa no haberlo hecho, sé
que todo viene a su tiempo y antes no estaba lista. Daré más conferencias. Ese
es mi siguiente compromiso. Volveremos a vernos las caras o a verlas por
primera vez. Y que vengan más días como este, que me desperté y pensé: Dios,
que agradecida estoy con el mundo.
Gracias y sí, que cursi escrito, pero al referirme a ustedes
no puedo no serlo. ¡JA!
Y saben algo, veo esto como mi fiesta de quince, esa que no tuve... hoy es mi fiesta de quince mil lectores, un día que parece normal pero no señor... sabemos que no lo es.
Los quiere…
Lucía.
Gracias Lucia por existir, por escribir, por todo esto.
ResponderEliminarEres increíble lucia:)) ojala llegues a un millón de lectores y seguidores.. Es maravilloso tu amor y ese don de escribir poder plasmar tus sentimientos, tu forma de pensar es realmente difícil y tu lo haces perfecto;)) Yo tengo meses leyendote por facebook y si me siento triste o deprimida por algún problemilla me haces cambiar de inmediato me sacas una sonrisa y animo por seguir luchando por existir con todas mis virtudes y defectos.. Y como dices cada día aprendemos algo nuevo, la vida es aprendizaje, experiencias Y son únicas e irrepetibles por eso vivo mi vida y la disfrutó hasta el ultimo segundo de respirar muchas gracias lucia por ser quien eres y cambiar mi vida y de muchos sigue así con tu escénica de polvos mágicos Dtbs:**
ResponderEliminarHola Rubia , soy Mica! Hacía mucho que no te leía. Es la verdad. Las circunstancias de la vida nos lleva, el día a día a veces se convierte en un círculo del que no podemos salir y entonces cuando nos damos cuentas estamos envueltos en una rutina increíble, dificil de soltar. La cuestión es que volví, y me alegró ver que vos seguís acá.. con uno o con 15 mil seguidores, pero tus escritos son los de siempre. Quizás mucho mejor, pero con tu escencia.. lo que los hace exquisitos. Volví a identificarme con muchas de tus palabras y volví a inspirarme y esperanzarme con muchas otras. No se, es hermoso ver a alguien que con el tiempo fue construyendo ese caminito que la llevó a la meta, esa meta que desde el comienzo tuvo clara.
ResponderEliminarBesos Lu ! La argentina que hace mucho te encontró.. hoy sigue leyendote y disfrutandote! :)