“Cuando cambias tu
visión las cosas comienzan a darse por añadidura…”
Hoy por la mañana me dijeron eso y eso mismo ha estado
rondando en mi cabeza. Mi corazón se conectó con todos los otros órganos y mi
cuerpo camina diferente y no sé cuándo pasó ni qué hice para que pasara pero se
siente tan bien.
Tengo pistas de cómo sucedió, creo que fue cuando empecé a
verme a mí misma, a concentrarme en mí… si bien dicen los niños al jugar a las
escondidas “Un dos tres por mí y por todos mis amigos” primero tenemos que ver
por nuestro bienestar para así, en equilibrio y con energía podamos entonces
realizar nuestra misión de vida…
Otra pista fue regresar al comienzo, recorrer un examen de
vida y observar ¿Dónde fue que dejé mi poder? ¿Dónde dejé de creer en mí? ¿Con
qué suceso desapareció mi autoconfianza? Este es un proceso difícil pero vaya,
no por se difícil deja de ser tan extremamente necesario. ¿Hasta cuándo dejaré de reclamar mi historia de dolor y convertirla en una historia de éxito?
Y la tercera clave es replantearme una vez sabiendo de dónde
vengo y reconciliarme con ese pasado, ver a donde voy. En cada historia, de dolor o
no, ahí se encuentra escondida tu misión de vida y tu razón de existir…
Así, con atención a mí misma y regresando a los sucesos de
mi vida donde dejé mis herramientas, volví entera al presente donde ahora hoy,
me conecto para decirte que donde estés y en la situación o estado de ánimo que
amaneciste, la vida es hermosa… si no lo crees, tal vez puedas hacer estos
pasitos que a mí me sirvieron mucho… ¿Te cuidas? ¿Estás contigo? Y después
replantearte el viaje al pasado ¿Dónde dejaste tu amor propio? ¿En casa de
quién dejaste la esperanza? Y después de eso y con esa emoción nueva de
recuperar tu ser viene la tarea más “paiquen”:
¿Cuál es tu misión de vida? Esto te creará esas ganas de
hacer tu tarea como cuando la maestra te dejaba algo que verdaderamente te
gustaba y que ya querías correr a la papelería a comprar todo y hacer la mejor
maqueta del universo…
No hay razón alguna para abandonarnos a nosotros mismos o
abandonar nuestra misión porque no podemos no hacer lo que venimos a hacer,
sentir lo que venimos a sentir y cantar fuerte lo que queremos decirle al
mundo… dejar nuestra firma personal en la historia…
Levántate… ¡Vamos a la pape! El mundo necesita ver tu maqueta.
Acabo de identificarme al cien por ciento con este escrito, porque hice lo mismo hace unas semanas atrás, porque me había olvidado de lo lindo que es vivir, lo bien que se siente poder respirar profundo y sentir que estoy donde tengo que estar haciendo lo que amo hacer, porque gracias a una serie de sucesos, de consejos de alguien, de motivación encontrada en blogs como el tuyo hoy puedo decir que amo mi vida, que si bien no es perfecta y me queda mucho camino por recorrer, no pienso dejar más para mañana lo que puedo hacer hoy.
ResponderEliminarWow con todas las preguntas! El ultimo parrafo me encanto. (Disculpa los acentos)
ResponderEliminarHola Lucía, créeme que no me gusta comentar en este tipo de blogs ya que te has convertido en figura pública y no confió en que éstas lleguen a leer los comentarios personalmente. Pero me identifico con cada una de tus entradas al blog, te sigo en todas las redes sociales posibles y cada vez que voy con la cabeza baja te leo para animarme. Te admiro mucho y admiro la forma con la que amas la vida y lo que haces, sigue así Lucía! Créeme que muchas niñas y no tan niñas nos identificamos en cada de tus escritos y esos mensajes nos llegan al alma y corazón.
ResponderEliminarEn hora buena señorita, aplaudo de pie! Y espero el momento en poder decir que estoy amando la vida tan intensamente como tu.
Me hiciste mi día! Gratitud!!!!!!!!
ResponderEliminarJajaja la tarea más paiquen ! Gracias. Quiero ir a la pape (:
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