Hay algo que aprecio mucho de la vida, la autenticidad. Los productos
originales en este mundo donde pareciera que todo está hecho y dicho. Algo
nato, algo puro, algo sincero. Y es que, hablando de sinceridad, muchas veces
ni siquiera soy sincera conmigo misma.
Me cuesta trabajo conectarme con mi propio corazón, es como
si hasta no quisiera porque estallaría en lágrimas, esas que no se han llorado
porque de pronto soy experta en las evasiones del alma porque si escuchara
poquito lo que me dice me caería rodillas al suelo como ya lo hice una vez y
creí no salir viva.
Y es que parece que para vivir, lo que se llama vivir,
necesita uno escarbar hasta el fondo de quien sabe qué para descubrir quien
sabe que otra cosa y calmar el alma. Vivimos con una ansiedad que no sabemos de
donde viene ni a donde va porque no tenemos ni una pequeña pista de cuál es esa
pieza de rompecabezas que estamos buscando.
Y viajamos a países lejanos creyendo saciarnos de lo externo
porque internamente nos sentimos vacíos. Saciar el alma es más difícil que
evadirla, así que como seres prácticos que evadimos, evado, convirtiéndome en un ser humano promedio, no saliéndome
de la rayita como dice la profesora al dibujar para no llamar la atención,
porque al tener el foco en mí, no podría negar lo que se ilumina: mi propio
ser.
Hoy necesito algo diferente. Quiero ponerme mi traje de
domingo en martes y alaciar mi pelo si me da la gana. Quedarme sola viendo fotografías
y necesitar necesitarme porque ya me abandoné demasiado tiempo. Hoy necesito
escribir lo inevitable y comprender que no hay nada fuera de mí, todo viene de
adentro, dentro de mí vienen las heridas pero también el botiquín de sana.
Hoy necesito algo diferente, necesito comprarme un pasaje por
el tiempo y recorrer como Santa “Clos” toda mi vida lanzando regalos donde no
hubo, porque ya no quiero volver y tampoco quiero casas vacías.
Hoy necesito algo diferente, quiero por primera vez no
escuchar las voces externas y como mamá a una hija agacharme para prestarle mi
oído a mi niña interior, esa que siempre ha tenido las ideas más puras, más auténticas,
pero no me he atrevido a hacerle caso por miedo a que los adultos reprueben mi
comportamiento.
Hoy necesito algo diferente, necesito gritar donde nadie
pueda oírme más que yo. Necesito abrir los brazos y sentir el calor del sol sin
que nadie vea mi ritual. Hoy necesito llenarme de mí y disfrutar de lo más
bonito que existe en este mundo: La realidad.
Hoy necesito escribir algo diferente, algo que venga del
alma sin enredarme con prototipos hechos en mi mente por voces del pasado que
se hacen presentes advirtiéndome que si me desnudo podría causar horror y
no esa admiración que me hacía falta porque como no me veía, como no me tomaba
en cuenta… como no me quería… necesitaba esa otra cosa que hoy no necesito, hoy necesito algo
diferente.
Necesito lo que es mío. Mi sello, mi firma, volver a mi
origen y ahí, en mis entrañas, dejar existir lo que nació hace mucho tiempo
pero ni siquiera ha abierto los ojos.
Porque si hay algo que aprecio en la vida es la autenticidad, los productos originales en este mundo donde pareciera que todo está hecho y dicho... busco algo nato, algo puro, algo sincero... busco ser tal cual fui creada, no moldeada.
Rubia, rubia.. ¡Cuánto hacía que no te leía! Y que bueno que volví!
ResponderEliminarComo siempre dándole al clavo, sobre todo con esta frase "Vivimos con una ansiedad que no sabemos de donde viene ni a donde va porque no tenemos ni una pequeña pista de cuál es esa pieza de rompecabezas que estamos buscando. "
ResponderEliminarMucho tiempo viví con ansiedad, caí de rodillas, llorando un sin fin de lágrimas pensando que ya no iba a levantarme creía que la vida no tenia ningún sentido pues para mi era todo dolor tristeza que envolvía mi niñez y de pronto una voz en mi alma me despertó indicando que lo que me hacia falta era Dios en mi corazón hacerlo participe en mi diario vivir y dependiendo de el todo cambio ahora se lo que tengo y lo que soy, ahora se que cada mañana es un día nuevo para mi, una oportunidad de ser mejor y que cada noche es agradecer por lo que viví....y todo el tiempo lo llamo a El, entonces se a perdido esa ansiedad o tristeza en mi vida y vivo lo mas feliz que se pueda levantándome se caigo con una gran diferencia...Por que Dios es parte de mi.
ResponderEliminarMe encanto tu comentario! Sin Dios nada es posible
EliminarTus palabras hacen que mis pensamientos se vuelvan positivos.
ResponderEliminarAplausos Lucía, siempre dándole descanso a mi ser con tus palabras.
ResponderEliminarAlgo diferente!! ♥
ResponderEliminar