"Cuando la vida nombra lista
yo le grito siempre ¡PRESENTE!"
Parece que desde que
llegué a este mundo no he parado de preguntarme cosas. ¿Y por qué mamá? ¿Por
qué las orguas luego vuelan? ¿Y por qué salen puntos rojos en todo el cuerpo?
Era delicioso cuando una mamá te las respondía todas a su manera… (la de esta foto es la mía) te sentaba en
sus piernas, te quitaba los mocos mientas explicaba el proceso de la oruga… y a
otras contestaba como buena mamá: Porque sí.
Puedo
decir de todo esto y con el corazón en la mano desde el segundo renglón (es
tardado encontrar inspiración y llevaba días queriendo decirles esto pero las
musas estaban dormidas) les puedo decir que dentro de todos los días que he
vivido y gracias a mi nivel de intensidad y sensibilidad con el que a veces
batallo, no ha habido un día de mi existencia donde no me sienta conectada con
la vida, porque incluso en los días de más profundo dolor, mis preguntas
siempre fueron ¿Por qué no puedo volver a ver los colores alegres como los veía
antes? Es decir, mi ser siempre me está empujando a vivir.
Allí,
acostadita con mi maestra de Reiki, mientras ella daba vueltas, mientras esperaba que yo le contestara lo que me había preguntado - ¿Qué has aprendido de la vida? - pensé decirle
que de la vida había aprendido a que siempre estoy aprendiendo…
Podría
sonar de algún modo repetitivo, cíclico y sin sentido ser un eterno alumno de la vida… pero que venga alguien y
me diga una manera mejor de estar viva que la forma en la que la vida misma se
inventó. Que me digan que es mejor nacer adultos y morir niños, o que el
universo no posee la gracia de exhibirse de la manera en la que lo hace, lo que
nosotros vemos hoy: el cielo, las flores, la gente. Todo está listo, sólo falta
no olvidarnos de conectarnos con la vida todas las mañanas…
Saben,
tengo un diario “oscuro” podría llamarse así... tenía unos veinte años y como
dicen por ahí “me tupió duro”. Caí y casi nunca lo cuento pero estuve unos
meses deprimida. No estaba funcional ni siquiera iba a la escuela o trabajaba.
Sólo estaba tratando de curarme y escribir era mi terapia. Hoy que lo leo
después de años me doy cuenta de que un suceso me había empujado a un vació y lo único que quería era regresar a vivir, cobrar la consciencia de los latidos
de mi corazón, porque dentro del viaje de la vida, lo único que no quiero
empacar es la indiferencia.
A
veces veo ese diario que sólo yo entiendo, y tras leer algo de amargura leo también entre líneas las ganas que tenía de estar conectada con la vida, aunque hoy
puedo decirles que en esa temporada de lluvias, por más que me sintiera fuera
de la jugada en la banca, sí estuve conectada, sólo que no lo sabía porque de
pronto los humanos rechazamos este tipo de sentimientos como la tristeza, pensando que ser
felices es lo único que venimos a hacer.
“La felicidad es un don que todos
tenemos y llevamos a la práctica cada que lo necesitamos” Dijo mi maestra mientras yo tenía todos estos pensamientos en mi cabeza. “A esta vida no
venimos sólo a ser felices, venimos a vivir.” PUM ahí estaba resuelto mi
rompecabezas en sus palabras.
Yo
amo estar de pie después de esos meses de tristeza que aunque pasaron hace mucho los tengo muy presentes de una manera positiva porque me recuerdan que nadie puede pedir ser un arco iris sin haber pasado la tormenta.
Hoy amo poder sonreírle a la vida
sabiendo que ella y yo tenemos un pasado que nos unió más como pareja. (Sí, la
vida y yo somos mejores amigas). Y de algún modo me gusta encontrarme con
momentos de felicidad que me permiten acordarme de que los ruegos de esa niña
desesperanzada que escribía a altas horas de la madrugada son ahora una
realidad. No es que sea feliz, o plena, más bien es que saberme conectada con
la vida me hace feliz.
Es
algo que me ha gustado escribir varias veces pero de pronto es tan inmenso que
como dice la canción que me cantaban en el catecismo “Tan alto que no puedo
estar arriba de él tan bajo que no puedo estar debajo de él, tan ancho que no
puedo estar afuera de él, grande es el amor de Dios…” Y traduciéndolo a una
forma de vida universal “Grande es sentirse conectada con el amor, con la
vida…”.
Y
a eso lo llamo convertirme en mujer. No olvidarme de mi niña interior pero no dejar que los berrinches griten más fuerte que mi ternura de abrazarlos. Es
hora de tomar esa nueva tarea que a veces se siente un poco como… como… como
difícil porque uno está acostumbrado a que lo sienten en las piernas de mamá y
nos resuelvan todo. Pero ¿Qué a caso no siempre deseé crecer? Pues Lucía, aquí
estás, siendo la mujer que de niña siempre deseaste: Una mujer conectada con la
vida.
Jíjoles…
sentí delicioso escribir esto. Lo traía tan dentro. Es que me pasa
que cuando no asimilo algo no sé a qué sabe y qué es… pero ya que sé de qué se
trata y puedo ordenar mis sentimientos, los disfruto como el mejor bocado y
dejo que la parte más bonita llegue: Compartirlo en mi blog.
Y
es que a veces hasta me gusta sentirme un poco atrapada y pensante no por
mazoquista sino porque sé que de pronto eso me ayudará a encontrar respuestas
que luego podré convertir en lo que amo: Palabras. Al hacerlo es mi recompensa, aunque no
merezco ningún premio por vivir, estar viviendo es el trofeo.
Mírate,
tú también, mira tu camino recorrido y respira… estás como yo, conectado y
conectada con la vida… ¿A poco no es padrísima? Sea como sea, con el corazón
roto por un romance fallido o esperando algo que nunca llega o entendiendo que
el romance no fue fallido sino un encuentro que ya terminó y que lo que estás
esperando puedes ir por él a obtenerlo. Es que la vida son tantos algoritmos de
posibilidades que de pronto uno al sentirse tan libre da miedo… ¿Mamá cuál
camino tomo? Le diría en la noche esperando a que me conteste… pagaría lo que
fuera porque alguien con más experiencia me contestara pero parte de estar
conectados con la vida es hacerte cargo de la tuya y entender que cada uno
siempre va a tener su método muy personal de vivirla.
Y
dentro de todo este meollo entiendo que por más que nos sintamos sumamente
libres, no somos sino unos bebés en los juegos de Mc Donald´s. Realmente no
estamos descuidados, nuestros papás nos ven a distancia aunque nosotros
creemos que sólo platican y para los que creen en Dios, el Universo o un ser
Creador ¿Creen que descuidarían a una cosita tan tierna como tú? Imposible. No
estamos ni tan desamparados como creemos ni tan solos como nos sentimos. Sin
saberlo, seguimos en las piernas de nuestro Creador y nos sigue susurrando las
respuestas.
- ¿O sea que no eres escritora?
- ¡No! ¡Panadera! ¡Panadera! *se llena la nariz de azúcar glas.
La
vida me llevará por caminos y enseñanzas que tal vez ni siquiera imagino y
ahora entiendo que está bien. Saberme en las piernas del mundo me hace sentirme
no tan desprotegida como lo pensaba. Y ahora que me siento mujer y no una niña
berrinchuda puedo entender que yo también cuento con herramientas para amarme y
cuidarme y así no dejarle toda la chamba a la naturaleza.
Hacerme cargo de mí y
¿por qué no? Algún día poder cumplir con el mismo amor si es posible, la tarea
que mi mamá hizo conmigo. Que día tan feliz será ese y que las mamás me digan
si no es cierto… ¿Qué haría el mundo sin mamás? Yo nunca terminaré de sentir su
amor ni dejaré de cerrar los ojos y tener la posibilidad de sentirme acurrucada
en ella y hacerme llamar siempre Lucía... la de Flor. (Para los que no saben mi mamá se llama Flor y en esa foto somos ella y yo en Melaque en uno de mis días más felices, con el pelo cortado de un pedacito porque me sentía estilista.)
Mamás, no sé qué súper poder tengan pero sigan haciendo lo que hacen, es realmente eterno.
Mamás, no sé qué súper poder tengan pero sigan haciendo lo que hacen, es realmente eterno.
Y
por mi parte me centro hoy en el ahora, en lo que tengo, en lo que voy a vivir…
y con esto les digo algo que no podía decir y no sabía cómo… me voy a París y a
Londres quince días. ¡VAYA CREÍ QUE NO PODÍA DECIRLO! (Quisiera que supieran
todos los borradores que hice sólo para decirles esto). A veces las alegrías de
la vida me hacen quedarme sin palabras y los que me conocen no me dejarán
mentir que cuando estoy en un contentismo nivel me voy a cumplir un sueño que
creí imposible, a esta escritora tuya no le salen las palabras.
Y
como dentro de una familia de diez donde amor sobraba pero boletos a Europa
faltaban, siempre creí imposible hacerlo hasta el año pasado que conocí Madrid,
Barcelona y París. ¡Lo soñé tantas veces! Más veces que lo que una niña sueña
con su boda. Y pum, cuando fui escribí tantas novelas en mi mente y tenía tanta
emoción que a la fecha, con todo lo vivido, necesitaría un par de meses sin
salir de mi cuarto para escribir todo lo que tengo dentro (Y sé que algún día
lo haré). Hay mucha Lucía aquí para ti.
En
fin, voy a vivir mi aventura de nuevo. Porque he descubierto que a veces nos
aferramos a algo porque tenemos miedo de que no nos pueda pasar dos veces, pero el
universo se ríe diciéndonos “yo quiero que te pase siempre sólo no te apegues a
lo que ya pasó”. Así que aquí estoy. Y cuando la vida nombra lista yo le grito
siempre ¡PRESENTE! Sea para darme una noticia no tan plácida o para decirme que
me subiré a un avión en unos días. (Lo escribo y no lo creo).
Deseo
irme porque necesito irme. Quedé a medias de un suspiro que tengo que exhalar.
Después del vuelo estaré de nuevo de cabeza a mi otro mundo, a ver si así me
sacudo… a ver si suelto ideas para dejar entrar nuevas…porque dentro de toda
esta agonía de preguntas en mi mente requiero días de observar, de llenarme de
todo, de mandar a la nada lo que ya no es nada y sólo estorba. Y para ello
aplicaré la aptitud que tiene todo ser humano: La voluntad. Le pediré
dulcemente a mi cuerpo que sienta, a mis ojos que vean, a mi pelo se menee, a
mi alma que grite, a mis pensamientos se desvanezcan, y a mi corazón que lata
como le lata.
Me
asombraré cual niña de saberme de día y allá de noche… de estar en diferente
pedazo de tierra, tan lejos de la mía y de quienes quiero y me volveré
asombrar, a pesar de los kilómetos, de la manera en la que las personas se
llevan en el corazón y se vuelven parte de ti porque no puede ser de otra
manera.
Voy
ligera de equipaje, creeyendo en lo que sucede porque las sombras de nubes del
pasado ya no estorban más… me voy a dejarme distraer por el viejo mundo, que
para mí es nuevo…me voy a ser curiosa y lista para sentirlo todo, a vivir lo
que tenga que vivir pues no puedo decirle que no a la vida y a la posibilidad
de que sí suceda lo que una vez creí imposible. Y que suceda más de una vez.
Me
voy sabiéndome la niña que una vez no podía ni levantarse de la cama y escribía
en el diario que quería que le sucedieran tantas cosas… caminando por las
callecillas de París le diré en secretito “aquí estoy para que todo suceda mi
niña linda…” Madres, ya lloré.
Estoy
lista, estoy lista y estoy con los brazos abiertos. Y sobre todo, agradecida en
cada segundo, agradecida porque voy a llenarme y porque sé que llena podré dar
más. Porque después de todo nada me pertenece. Así que no sé si volveré a
escribir libros en mi mente o mi cuerpo se llene de polvos mágicos con un
éxtasis que no me quite la sonrisa de la boca… pero volveré a caminar por todas
esas callecillas diciéndoles “aquí estoy otra vez porque creo que lo que más
deseas en la vida puede pasarte más de una vez…” Y sentiré tantas cosas que
quisiera platicarte inmediato, me reportaré con cada pensamiento que pueda, y
si no puedo lo haré a mi regreso… pero dentro de todo este suceso que todavía
no asimilo, te diré, que si quieres que las cosas sucedan, lo primero que
tienes que hacer es conectarte con la vida… y cuando nombre lista decirle ¡PRESENTE! La vida es la mejor maestra.
Dirán
que es más fácil estar conectada en momentos como este, en unas vacaciones o
tomando el sol, pero me siento con la experiencia en mis venas de decirles que
cuando más triste estuve, que esos meses que pasé tirada en la cama, no estaba
no amando a la vida, estaba deseando regresar a ella y al final descubrí que
ella está dentro de mí. Es sólo que no la sentía. Siente. Si tienes ganas de
llorar, llora, aquí te apapacho.
Si no entiendes nada, toma a la angustia en
tus brazos y dile que no le toca saber la respuesta ahora, o que al menos no la
sabrá si no se calma. Abraza lo que tengas, lo que sea que tengas pero
abrázalo… y cree, cree en todas las sorpresas que tiene la vida para ti… confía
en la vida, ella quiere enseñarte que lo bueno puede volverte a pasar y que tu
ser es tan único, que te vas a divertir infinitamente contigo mismo y que te
reirás de saber que no hay nadie como tú que entienda esos chistes que tú y la
vida tienen y esas frases locales que sólo tú y la vida entienden…
Te
encantará que te tocó vivir contigo en esta vida. Te reirás al verte al espejo
y decir “Somos tú y yo” y tus sonrisas te saldrán al natural… y así,
encontrarás que tu misión en la vida no es otra cosa que vivirla… vivirla
conectada con todo lo que quiere darte, vivirla conectada con todo lo que te
rodea, vivirla sin indiferencias, apreciando todo el espectáculo, todos los géneros
literarios que pueden encontrarse serán tuyos, aprenderás de dramas y de
romance, de misterio y de superación personal…
Nunca
te rindas a la vida, que la vida no se va a rendir a ti. Los amo, espero haber
enviado bien este mensaje. Gracias maestra, aquí está lo que tenía en el corazón.
Se despide con amor... su panadera.
Niceness!! Gracias y felicidades x el viaje. Saludos
ResponderEliminarNunca me he arrepentido de esperar con ansias tus post, porque siempre encuentro un poco de mi en ellos, supongo que a la mayoría nos pasa.
ResponderEliminarEn ocasiones puede que estemos pasando por el "peor" momento de nuestras vidas, que pasemos días y noches llorando por aferrarnos a lo que nos gustaría que nos sucediera siempre, pero que por azares del destino, no volverá a pasar, al menos no ahora, no con quien tu quieres que suceda.
La vida está llena de ciclos que debemos ir superando uno a uno, aprendiendo pasito a pasito de todos los tropiezos, sí, así como cuando aprendimos a caminar y fuimos perdiendo el miedo a caernos.
En un par de días haré un pequeño viaje, iré a un sitio que no conozco, en realidad no muy lejos de aquí, caminaré en medio de la naturaleza por horas, en serio, que a parte de escribir, internarme en medio de la naturaleza es mi segunda mejor terapia, porque no sé, encontrarme cara a cada con lo mágico que nos puede rodear es maravilloso, saber que todo sigue allí, luchando día a día por su vida, que allí aunque hoy llueva, mañana saldrá el sol, son algunas pequeñas lecciones que ir a un sitio así nos puede brindar, en realidad después de haber pasado por estos últimos meses en los que no he sido del todo feliz, en donde hasta el día de mi cumple lloré mis ojos, siento un fresco en mi al saber que podré salir de esta rutina que me carcome y podré sonreír porque la vida, la naturaleza me mostrará con todo su esplendor que siempre podré volver a sonreír.
Porque al igual que tu, dentro del viaje de la vida, lo único que no quiero empacar es la indiferencia. Porque amo sentir minuto a minuto con la intensidad que respiro y que vivo la vida.
Feliz día Lu!
Lucía, que tengas un viaje padrísimo!! disfruta mucho, llénate de experiencias que aquí te esperaremos con ansia para que las compartas con nostros, extrañare los blog estos días pero me quedo con esto:
ResponderEliminar"a veces nos aferramos a algo porque tenemos miedo de que no nos pueda pasar dos veces, pero el universo se ríe diciéndonos “yo quiero que te pase siempre sólo no te apegues a lo que ya pasó”. Así que aquí estoy. Y cuando la vida nombra lista yo le grito siempre ¡PRESENTE!
Buen viaje!
Me encanto, LU, llore, me emocione, abrace inhale y agradecí por lo que tengo y quiero vivir mi vida y siempre decir PRESENTE aqui estoy con toda la fuerza para lo que venga.
ResponderEliminarque bueno que un dia te encontre LUCIA LA DE FLOR y tus historias me impulsan gracias y disfruta tu viaje.. Yo tambien quiero ir a europa lo estoy pidiendo al universo y a la vidaa y se que llegara
un abrazo karina guzman
Ay lucia m haces sentir tanto con tus palabras...me identifico cada que eacribes...es frase...a veces nos aferramos a algo porque tenemos miedo de que no nos pueda pasar dos veces. Simplemente me quedo como anillo al dedo¡¡¡¡ buen viaje¡¡¡
ResponderEliminarQue buen se siente decirlo...VIDA aquí estoy presente mi gran maestra.. Dispuesta a disfrutar a plenitud lo q tenga q vivir..pero siempre agradecida con Dios... Gracias ... Gracias... Gracias.
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