Mi lector favorito me dice:
- - ¿Cómo amaneciste?
- - Con el corazón contento, pero mi cabeza con
muchos pendientes.
- - ¿Cómo cuáles?
- - No sé, por ejemplo tengo unos mails de mis
lectoras que no he contestado, no sé que decirles.
-
Diles:
Para
Lucia la de Flor su preferencia es muy importante, en este momento nuestro
corazón está contento y nuestra mente de vacaciones por lo que le pedimos
permanezca en línea y pronto le atenderemos…
Me reí del chiste. Pero es verdad. No me es tan fácil contestar sus
correos, incluso un “¿Estás ahí?” que nunca respondí y me hace sentirme
culpable. Pero la verdad de todo es que necesito estar preparada para cuando
alguien me quiere abrir su corazón, no pueden tomarse los renglones a la
ligera, prefiero no leerlos. Perdonen mi inmadurez. Prometo pronto estar lo
suficientemente madura para responderlos con el mismo amor con que fueron
escritos. ¿Me perdonan?
Lo
que sí no me gustaría es que dejaran de escribir, no lo hagan.
No lo haremos :)
ResponderEliminarEs bueno leerlo, para comprender y entender. Pero pide no dejemos de escribir, a alguien que no puede contestar. Por el lado que lo veo procastinar siempre daña a victima y victimario...
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