Los sueños, esas cosas raras que hacen que luches por ellos.
¿Qué me pasó hoy?
Me sentí absurda.
Recopilé mi libro, me desespero, lenta la espera, lenta, si no, no sería espera.
Escribo y no veo que avance, como las ensaladas, comes y no se vacían.
¿Qué me falta?
Sigo caminado, me detengo y hoy, justo hoy, todo me pareció absurdo.
Siento abandonado a mi blog como niño que dejé en un orfanato.
Pienso en él, en cómo estará…
No puedo soportar no llegar a mis sueños.
Pero hoy me parecieron absurdos.
Sé que lo voy a lograr eso sí lo sé. Pero ¿Cuándo?
Bajo y subo el telón platicando mi novela.
Me encierro entre cuatro paredes que no me dan nada. Me quitan.
Ningún renglón para guardar.
¿Será que la inspiración llegará cuando se le antoje?
¿Mientras?
Mientras espero, con el cursor temblando como yo.
Que los sueños no se desisten, a menos que se desistan.