martes, 25 de febrero de 2014

LA MAGIA DE LA COMPASIÓN




"Ámame cuando menos lo merezca porque será cuando más lo necesite" 
(no encontré el autor de esta frase si alguien me ayuda).

A veces pienso que yo estoy loca, a veces que el mundo entero lo está y yo estoy bien, pero cuando me siento más feliz es cuando creo que todos lo estamos o nadie lo está. Cada uno estamos intentando hacer lo mejor desde nuestro lugar… ¿Hay alguien aquí que no esté intentando lo mejor que puede? No lo creo.

Así que de pronto pienso que me falta más amor por la humanidad en vez de estar juzgando. Claro, esto se me ocurre justo cuando me siento vulnerable y lo que  menos me gustaría es ser juzgada, entonces empiezo a pensar en que nadie deberíamos de hacerlo. Pero bueno, al menos estoy entendiéndolo.

            Todos tenemos una amiga que no nos gusta su novio y queremos convencerla de que lo deje, pero también tenemos otra que nos dice que debemos dejar de fumar y pagar nuestras deudas, el caso es que es muy fácil identificar lo que el de al lado debe hacer pero en mi caso creo que me cansé de juzgar. Cada quién está viviendo algo que – como una lectora hermosa me dijo – necesita vivir.

            Lo que requiere nuestra amiga es más amor de nuestra parte, no una miradita de maligna cuando nos dice que sigue con él. Así como nosotros requerimos una mirada tierna cuando andamos volando bajo también. Al final de cuentas, más allá que decirnos lo que tenemos que hacer, buscamos en la amistad un poco de entendimiento, de que sí nos jalen las orejas pero luego nos abracen, porque ¿Quién está exento? ¿Quién es perfecto?

            Y si acaso alguna vez necesitamos hacer una “friendtervention” hacerlo con todo el amor que nos gustaría lo hicieran por nosotros. En vez de juzgar, el mundo necesita más personas que se pongan en el lugar de los demás.

            Y es que empezamos a escribir nuestra historia no sé en qué momento pero de pronto todavía ni sabemos cómo tomar un lápiz y ya debemos decidir lo que tenemos que estudiar o a qué primaria ir… qué difícil para una pequeñita o un pequeñito como lo fuimos tú y yo, tener que ser protagonistas de nuestra historia y todavía no tener la oportunidad de equivocarnos. ¿Qué es un error después de todo?

            Y en este tomar la pluma sin saber escribir comenzamos a garabatear y sin saberlo, nos hicimos “grandes”.  Y aquí comenzó a aplicar la horrible frase de “ya estás grandecito” y nosotros, sintiéndonos unos pubertos sin herramientas definidas, luchamos por ganarnos un lugar en el mundo y por esto que nos pasó a todos yo me pongo de pie y aplaudo a cada uno, lo haya hecho como lo haya hecho.

            Creo que de pronto y no hablo de zona de confort, pero de pronto nos falta un poco de compasión hacia nuestra persona. Reconocer lo que hemos hecho bien más allá de lo que la regamos. Aplaudirnos nuestros logros en aquellas inhumanas condiciones en las que aún entre todo ese dolor familiar o tragedia en tu vida (que nadie nos salvamos) salimos adelante y estamos vivos y según yo enteros. ¿No se les hace que hoy debemos de aplaudirnos por todas esas cosas?

            Recuerda a tu yo adolescente las veces que lloró en su cama y mírate ahora, trajeadito y todo o si eres mujer, usando bolsa y tacones e intentando conseguir aquel trabajo o beca. ¡Somos una chulada! Hoy creo que es el día de reconocer lo mejor que hay en cada uno, empezando por reconocer lo mejor que hay en ti, en tu corazón. Mira, ponte la mano en el corazón (yo no puedo porque ando escribiendo) y siente todo lo que eres.

            Todo lo que has vivido, todas esas veces que amaste ¡Qué bárbaro! ¿A poco no eres una chulada? ¿A poco no de pronto a veces te hace falta un autoreconocimiento? Hoy regálate un trofeo espiritual por todo lo que has hecho bien y después de apapacharte tanto, comienza a reconocer lo que ha hecho bien tu papá o tu mamá… en vez de todas las veces que no estuvieron contigo o te agredieron sin querer.

            ¿No les pasa que cuando se auto reconocen pueden ver la bondad en los demás? Hoy creo que es un buen día para hacerlo, empezar por nosotros como ya lo dije y mirar el entorno. Incluso piensa en esa persona que te cae gorda y reconócele una cualidad… la humanidad no es mala… tiene heridas que al dolerle, también lastima.

            Así, con el corazón en la mano a los que todavía tienen la manita ahí, les digo: ¡Felicidades! Hemos logrado estar hasta aquí. Bien o mal, estamos. ¿Qué queremos hacer con esta oportunidad? No sé, yo hoy pensé en que por respeto a todo lo que pasamos y los errores que cometimos, merecemos un poquito de autocompasión. Cada quién tiene una historia, y esa historia es sagrada… pero dentro de esa historia tenemos que asegurarnos de no tener heridas que no han sanado, porque a través de una herida no sanada es que de pronto lastimamos a quienes más queremos.

            ¿En resumen? Todos somos unas almitas tratando de hacer lo mejor que podemos con lo que tenemos por lo que necesitamos más amor hacia los demás que andar juzgando o echando miraditas. Debemos dejar de ser tan duros con nosotros mismos y de reconocer lo que hemos hecho bien y claro que trabajar en nuestras áreas de oportunidad pero con compasión a nosotros mismos.

            Y si tienes una herida personal que no te deja unirte al grupo de los optimistas, no tardes en sanarla… la vida te está esperando para darte todo lo que siempre has querido o algo mejor. 

            Valida lo mejor que hay en ti, acreciéntalo y comienza a validar lo mejor que hay en los demás... es algo sumamente divertido y una cadena de buena vibra que crece... y crece... como crecemos nosotros cada día sin saber por qué. Adiós.

lunes, 24 de febrero de 2014

LA CATARINA




Hoy amanecí sintiéndome diminuta, como catarina… sí, me gustan las catarinas… sonó el despertador y no quería levantarme porque sabía que tenía algo atorado en el alma… pero de un golpe brinqué y puse los dos pies en la alfombra, caminé al baño y pensaba “no puedo sentirme así”. Yo puedo ponerme feliz, tengo la capacidad para darle vuelta a este asunto y sonreír…



            Cuando uno trae una angustia en el alma es muy difícil caminar, andar de ánimos, ser normal, funcional. Y cuando uno ni siquiera sabe qué origino esa angustia es más angustiante. Me peiné tratando de escondérmele al sentimiento y de pronto dije “evadir ya no” hice una pausa absoluta a pesar de ir tarde para la oficina y me senté en mi cama viendo a la ventana (donde se paran las palomas que subo en instagram) y en voz alta hablé con Dios.


            Me pasa últimamente que me he caído al suelo pensando en tantas y tantas cosas, me pasa que al escribir sobre ser más felices y en el radio hablar de amor propio y que el autoestima y que la la la, me estoy bombardeando a mí misma de todas esas cosas pensando ¿Las practicas tú?

            ¿Es a caso que una mujer que profesa tanto amor por el mundo debe de amarse al mismo nivel de sus palabras para que sean auténticas? Hay veces que me siento diminuta y con ganas de pasar desapercibida o de que alguien me de uno o mil consejos y muchas otras mi ego me hace necesitar llamar la atención y ser reconocida, pero en los dos casos actúo como una niña… creo que nunca he dejado de serlo.



            Berrinchuda, impaciente, drástica, con cambios de humor como una niña, lloro y a los dos minutos río y juego, bailo y luego algo me da miedo… y dentro de esta alma tan diminuta luego vuelvo a escribir tomando mi papel de escritora profesional y así, sintiéndome en pañales empiezo a profesar mi verdad, la manera en la que he resuelto laberintos, por si a caso a alguien pudiera servirle… a veces mientras lo hago pienso ¿Realmente estás en condiciones de aconsejar?

            Hoy, así amanecí  de pequeñita, pidiendo misericordia al mundo por no ser lo que profeso muchas veces, pidiéndome misericordia a mí porque no debería ser tan dura conmigo…

            Madres, me dieron ganas de llorar. Y es que de pronto me pasa que me encuentro a alguien que me lee y me ven con alegría o me abrazan y me gusta el hecho de saberme conectada con esas hermosas personas, más hermosas que yo, pero luego cuando me abrazan me siento esa niña chiquita, inmadura y con miedo porque no entiendo por qué me dicen que yo escribí algo que los hizo sentirse identificados.



            Pero saben algo, en este sentirme pequeñita entendí que prefiero estar en la postura de saberme llena de áreas de oportunidad a estar pensando que yo lo sé todo, que yo lo viví todo y que no hay nada por aprender. Yo tengo todo por aprender. Otra vez se me llenaron los ojos de agua.

            Al final de cuentas no me importa sentirme pequeña, eso soy, una almita más en el mundo, especial como todas, con ganas de vivir, así que el tamaño no es lo que me hace sentirme así como amanecí… es más bien la pérdida del balance lo que me duele.

            “Me siento desbalanceada” – Así comencé a hablarle a Dios en la mañana. – No sé qué hacer… no sirvo si no estoy en balance.

            Y a pesar de sentir que se me mueve el piso repito, que prefiero sentirme así a creer que no hay áreas de oportunidad y que yo estoy muy bien. Dudar es parte del comienzo de la búsqueda de las respuestas. Dudar de mí es parte de reconocer lo que soy y lo que no soy, reafirmarme, volverme a conocer y a abrazar, porque a veces, entre tanta rutina y labores y demás… me olvido de esta catarina que quiere ser apreciada, por mí para empezar.

            Se despide con todo el cariño que tengo para ustedes una catarina roja, roja, con puntos negros, negros, de esas que a mi mamá le gustaba encontrar entre la lechuga cuando la lavaba… 

viernes, 21 de febrero de 2014

ABUSO SEXUAL: UNA INOCENCIA INTERRUMPIDA


Todos tenemos una noche oscura del alma, 
ese “algo” que nos abrió una herida que 
cerrada o no, nos define. Pero, se trata de lo que 
viviste, se trata de lo que hiciste con lo que viviste.




A veces me mandan sugerencias de temas y siento no poderlos complacer a todos pero hoy sí me llamó la atención la petición de alguien. Me pidió que hablara sobre el abuso sexual.

Yo pensé, independientemente del caso o de la razón por la cuál quiso que hablara de ello, pensé en el transfondo del tema, alguien te pisoteó, alguien lastimó tu amor propio… alguien te menospreció. ¿Cómo sobrevivir al ataque del autoestima? ¿Cómo volver a caminar? Independientemente si es abuso sexual, si murió alguien de la familia, si sobreviviste a una enfermedad, más allá del tema, está la historia que te hizo ser quien eres.

Y, como fiel creyente de que la vida es hermosa, si puedes abrir tus ojos un poquito más, ahí, en medio de ese terrible momento, está la invitación a ver la vida como una segunda oportunidad y a comenzar a responsabilizarte de tu historia sacándole el mayor provecho.

Nadie puede aplastarte al grado de intentar terminar con tu vida o auto destruírla día por día. Aquel daño no ha terminado contigo, ni lo hará, porque tu corazón sanará si lo deseas, si pones todas tus fuerzas y tu corazón en un plan de acción para sanar esa noche oscura del alma…



Aunque no lo crean y no hablo mucho de mi noche oscura en específico, hablo por encimita, de lo que significa para mí el dolor, de lo que me ha purificado haber vivido cosas espantosas, no es masoquismo, no le deseo mal a nadie, pero sé, que dentro de los días de espanto, hay un mensaje para ti, hay un mensaje para mí. Y con todo el derecho que me da saberme identificada con personas que han sufrido, les digo, que aunque puedan creer que lo que digo es inoportuno porque tienen la herida a flor de piel, me pongo de pie y les digo que sí se puede sanar, que sé lo difícil que es, a mi manera, querer desaparecer de este mundo tras tanto dolor concebido en una bomba nuclear que explotó directo en tu corazón, en el mío.

Como ya lo he dicho, no estamos solos y no podemos tratar solitos un tema tan importante. Pero, gracias a la era en la que nos tocó vivir, existe la ayuda profesional, angelitos que te guiarán de la mano porque es algo así como estar un poco ciegos y tener una trastornada visión de la realidad porque las heridas, cuando no están tratadas, nos hacen ver todo diferente, negativo, con ira… y peor aún, nos hacen despreciarnos a nosotros mimos y olvidarnos de lo que venimos a hacer a este mundo… y con esa creencia, nos perdemos de todas las oportunidades que llegan a nosotros o ni las vemos.

No hay momento ideal para sanar, hay que crearlo. No podemos solos, hay que buscar ayuda. A veces me ha pasado, que ni yo estoy en condiciones de aconsejarme, que necesito de mi prójimo y de ver a través de las personas que me quieren… créanme, no es mi afán hablar de mi dolor si no es por una razón: TE ENTIENDO MÁS DE LO QUE CREES.



Muchos me dicen que por qué veo la vida tan de color de rosa y a todo le encuentro lo positivo y por qué tengo tanto contentismo y esas cosas y les digo ya con agua en los ojos que precisamente porque trabajé mi herida personal pude ver todo lo que antes no veía. ¡NO PODEMOS ESTAR CIEGOS POR LA VIDA PORQUE LA VIDA HAY QUE VERLA TODA!

Y sanar una herida es todo un proceso que a veces a mí me ha parecido interminable… pero obtener el premio de ponerme de pie y alabar estar viva es mucho más grande que el esfuerzo que hice, eso lo aseguro. Es nomás cuestión de querer…

Es difícil abrir el cajón de los recuerdos que nos vuelven vulnerable… pero si no los dominamos no nos servirán de aprendizaje, serán un eterno miedo que nos perseguirá hasta el rincón más recóndito de nuestra existencia… ¿Quieres pagar el precio de vivir con miedo? No lo creo. No lo creo.

Eres más fuerte de lo que crees y por más dolor que exista en tu alma, no hay dolor que haya llegado a tu vida que no puedas sanar y convertir en tu zona de fortaleza, en tu misión de vida, en tu empatía con el mundo, en tu conexión con la vida…



Y específico en el tema de abuso sexual… confieso que es un tema sumamente delicado que a veces ni podemos comprender… cuando un monstruo toma posesión de nuestra inocencia duele, duele hasta las entrañas. Por eso a todas aquellas personas que han pasado por eso las llamo guerreros, guerreras, personas que tuvieron que enfrentarse a temas que la infancia no les quería presentar… pero así fue. Me pongo de pie ante alguien que ama la vida a pesar de haber vivido algo cruel… me levanto y le aplaudo a quien pudo sanar una herida tan delicada como esa. *Aplaude y se imagina alguien tras el monitor con agüita en los ojos porque se sintió identificado.

No te calles… grita… incluso groserías, pero no dejes que tu dolor te carcoma en el subsuelo de tus pies y te siga y te haga actuar con miedo o con agresividad porque tú eres alguien tierno, ¿lo sabes verdad?

No hay por qué no volver a confiar, incluso si tu inocencia se vio quebrantada, las piezas vueltas a unir son más fuertes que cualquier escudo protector que poseen las personas a las que no les pasó nada.

Mi único consejo es: Busca tu salud del corazón… la mereces. No puedes pasar tu vida siendo víctima de lo que te pasó… las víctimas no toman responsabilidad de su vida y por lo tanto no son protagonistas y no viven a través de su voluntad… y tú, y tu historia, merecen ser escritas por ti. ¿Cómo vas a hacer para generar tu final feliz? ¿Te vas a quedar en el dolor?

No lo creo… no lo creo. Si algo tenemos los seres humanos es la capacidad de "resiliencia" de trasnformar el dolor en amor, incluso en nuestra manera más íntima de conectarnos, al menos yo así lo siento contigo y el precio que pagué para que tú y yo estuviéramos así de pegaditos, aunque no fue algo que desee de primera instancia, valió la pena. ¿No te ha pasado así con alguien? Ah, y otra cosa muy típica en las personas que vivieron un dolor semejante: no te lastimes más tú sola, ya te lastimaron bastante.



Levántate… comienza… porque cuando cambias lo que crees modificas lo que haces y volver a empezar significa también: TENER OTRO FINAL.

A quien me escribió el inbox... espero haber servido de algo. Te recomiendo también leer: CAÍDA LIBRE... una historia de dolor muy personal donde curiosamente me enamoré de la vida.

http://www.lucialadeflor.com/2014/01/caida-libre-una-historia-de-amor.html


Oigan, ¿me mandan las frases que más les gustaron por twitter o facebook? Gracias.


jueves, 20 de febrero de 2014

YA ESTÁ SALIENDO EL SOL


Hoy me siento exactamente en el punto cuando se acaba un llanto. Cuando ya tienes esos suspiritos de haber terminado, te duele la cabeza pero sabes que te desahogaste, que dejaste atrás algo que no seguiría adelante.

            Me cuesta tanto dejar de lado lo que ya fue, incluso aunque no lo quiera de vuelta es algo que quise. El problema es que ser aprensiva a veces hace que no puedas continuar a ver lo que sigue y si soy un poquito más lista veré que hay tantos regalos de la vida… algo así como las maletas del aeropuerto que sale una y luego otra y van pasado y en la vida puedes tomar la que quieras.

            Ya no quiero ser tan, tan aprensiva. Quisiera ser consciente de que todo va y viene y que lo importante es disfrutar el tiempo que está pegadito algo o alguien a ti.  Necesito perder el miedo a encariñarme sólo por saber que nada es para siempre ¿O sí lo es? ¿O es a caso que importa? ¿No puedo no vivir al máximo sólo porque existe la posibilidad de que termine? ¿No es a caso que mi corazón también dejará de latir algún día? Cuando eso pase quiero sonreír y pensar que en mi vida los hubiera no existen. Todo dije, todo amé, todo di. Todo escribí.

            Es que a penas uno a veces acaba de llorar y superar algo y ya hay otro regalo frente a ti. Otra manera de amar, otra forma de vivir, otro paisaje, la vida es un constante cambio y los inicios van pegados con las despedidas y ahora sí que sálvese quien pueda… Pero, respira profundo conmigo y siente ¿No es a caso la vida maravillosa así como está? ¿Así como ha sido? ¿Así como será? Incluso después de un llanto.

            Pero al terminar de llorar lo que dejé, siempre me nace la pregunta que se despierta en mi cabeza después de cada tormenta ¿Me voy como gorda en tobogán o con cuidadito?

            En fin es que me he sentido tan transformada estos meses que de pronto no sé ni de qué me he despedido pero al sentirme más ligera entiendo que de muchas cosas. Incluso mías, esas que están adentro de mí, no hablo de personas, hablo de creencias, de un costal de prejuicios, de malos hábitos… y aunque no lo crean, también es difícil despedirse de lo que hoy ya no necesitas porque por el hecho de que en algún momento fue tu comodín, por ejemplo el orgullo una vez me levantó de una situación difícil y aunque sea algo que no quiero tener, malamente me sirvió… y me despido agradecida de él. En realidad llega el punto en mi existencia en que estoy agradecida con absolutamente todo lo que ha sucedido en mi vida… absolutamente todas las personas que se han acercado, de todos los besos que he dado… de todas las veces que coincidí con alguien, con algo, con todo.

            Y es que hoy me pasa que de pronto entiendo que no todo se divide en bueno o malo. En su momento todo fue bueno, si sabemos sacarle provecho a los momentos que vivimos, a las personas con las que vivimos… nadie es un ingrato que nos rompió el corazón, son almas que se acercan y causan fuegos pirotécnicos que muchas veces nos explotan en la cabeza…

            Cero que la mayoría de los seres humanos no queremos dañar a nadie, confío en el alma bonita de las personas… ¿Por qué culpar a alguien? Nadie ama como nosotros queremos ser amados… aman como ellos aman. Así como tú amas como tú amas. Y cada amor siempre va a ser diferente.

            En fin, revolví temas pero dentro de toda esta tormenta que ya se hizo calma, me despido de lo que se fue y abrazo lo que viene… no quiero perderme de la vida por no adaptarme a los cambios. ¿Cómo perderse de la función?

            Y aquí es cuando termino cantando una canción que amo “Here comes the sun little darling… here comes the sun… its all right…”

            Somos unas cositas divinas que tenemos la cualidad de estar vivas, vivamos. Los quiero… ¡no!… los amo.


            Les paso la canción de “here comes the sun” en la versión que más me gusta… ojalá les haya gustado este escrito… si pueden… comenten… si quieren, díganme cuál fue su frase favorita… mándenmela por twitter, por aquí, por facebook… @lucialadeflor me voy a poner a trabajar… ya escribí hoy lo que tenía que decir. ¡Me pone de buenas no dejar nada sin decir! Adiós.


lunes, 17 de febrero de 2014

DE LA MANO



Una de las “desviaciones” que ha tenido mi vida es que hice alguna vez a mi búsqueda de la pareja ideal, mi misión de vida. Y al no encontrar a ese “te one” no le hallaba sentido a nada, me consideraba en una eterna sala de espera…

Hoy pienso diferente, hoy me levanto y grito la devoción que le tengo a mi verdadera misión, que es contagiar al mundo mi amor por la vida: en las redes sociales, en el supermercado, en un café con una amiga, en el programa de radio y donde pueda… punto, no hay más. ¿Y la pareja? La pareja sigue siendo algo igual de importante que antes, la diferencia se encuentra en que es un compañero de misión de vida, no la misión misma.

Es igual de intenso y de sabroso, porque el amor de pareja se deja a un lado (no a un lado en cuestión de olvidarnos de eso, sino en cuestión a que sí, va a un ladito de nosotros caminando, compartiendo los mismos chistes, penas, buenas noticias, goles).



Es por eso que en este escrito me declaro fuera de la sala de espera y me muevo a la sala de recordar todo lo que vengo a hacer a este mundo, y después paso a la sala de la acción, porque no nací para estar estática por miedo al miedo y creo que tú tampoco.

Y no le resto importancia al amor, al contrario, quiero enamorarme de la vida a través de todo lo que existe, a través de alguien más por su puesto, enamorarse no deja de convertirse en una plena felicidad que no puede cuantificarse. Nada está peleado, todo va: DE LA MANO.

Por que es cierto, cuando un ser humano no hace lo que está destinado a hacer a este mundo no creo que sea feliz y al no serlo busca la felicidad en otra persona.

Pero para mí (en mi corta y humilde experiencia) la felicidad es saber que estamos en el camino a lo que venimos a hacer, en la situación que sea, en un bache, en una cima, es igual, porque de todas formas estamos ahí.

Me pasa de pronto que en mis crisis de identidad, de búsqueda, de encontrar respuestas, siempre hay algo que me deja tranquila: me siento en el camino. Ya si de pronto estoy pasando una mala racha no me importa porque sé que es parte del andar.






Así que dentro de mí y a pesar de todo no pienso detenerme. No quiero más una sala de espera y no quiero que el miedo interrumpa mi plan de acción, incluso pienso usarlo de aliado para crear una adrenalina, contar hasta tres y hacer las cosas empapada de él.



Así que hoy me pongo de pie después de tanto pensar. No conozco el camino porque no lo he recorrido, pero no por no conocerlo me niego a él: Vida, échame la mano que voy con todo.



¿Y el amor? El amor llega cuando amas… el amor te atraviesa iluminando todos los órganos del cuerpo cuando decides abrirle la puerta… el amor traspasa, construye, apoya tu misión. El amor no niega tu identidad, el amor llega para hacerte piojito, no para causar angustias… el amor llega para que recuerdes que cuando amas, esa es la recompensa aunque amar a ti te bastara.


El amor de pareja, el amor a tu familia, el amor a tu ciudad… el amor es un boomerang, aunque amemos desinteresadamente, todo se regresa de golpe y te retumba adentro y con ese motor no puedes no ponerte de pie y volver a devolverlo todo.

El amor que me han dado me pone hoy de pie. Contenta, sin saber qué onda bien del todo, pero con la certeza de que estoy en el camino y con ganas de devolver lo que me han regalado… todo lo que viene… va.



Recibe este escrito, es mi boomerang. Tómalo y lánzalo a quien más confianza le tengas, porque si algo he aprendido de la vida es que justo cuando se es más feliz no te basta esa felicidad individual, el deseo de compartirla viene adherido a la felicidad que posees y aquí es cuando el amor de pareja va a entrar a tu vida y el “the one” o la “the one” será quien esté ahí, en ese lugar donde te encuentras, a esa hora, con esas ganas adheridas de regalarle a quien está a tu lado, esa felicidad que no puede quedarse adentro de ti. Así todo está como tiene que estar: DE LA MANO.



CONCLUSIÓN: Hacer tu misión de vida te hace feliz y eso va de la mano con compartirla con alguien más. Gracias por leer.




viernes, 14 de febrero de 2014

BUSCANDO AL HOMBRE IDEAL



¿Hasta qué punto la obsesión por encontrar a la pareja perfecta nos impide divertirnos en el camino? ¿En qué momento la exigencia por el “hombre o mujer perfecta” deja de ser sana? Sigue leyendo…

Yo tendría ocho o nueve años cuando perdí. No podía entender cómo todas se manifestaron en mi contra sabiendo yo que todas estaban equivocadas, pero respetaba la democracia y acepté la derrota. No puedo entenderlo hasta la fecha, no el hecho de haber perdido, sino que todas estuvieran de acuerdo con algo tan tonto. El mundo está mal, pensé.

Todo comenzó cuando nos sentamos en el frío piso del cuarto de deportes de Chuy, un profesor al que todas queríamos. Ese día nos juntamos las niñas en la clase porque teníamos que ponerle el nombre al equipo de Kitbol, es como “besibol” pero con el pie.

Yo era de las más buenas del equipo debido a que había crecido con mis hermanos quienes me enseñaron a ser ruda en los deportes y como líder positivo me habían nombrado la capitana.“Elegiremos el nombre que tenga más votos, todas pueden pronponer…”

Entre muchas opciones estaba aquella que se quedaría marcada para toda mi vida. ¿Cómo es que a Ale Moreno Levy se le ocurrió tal cosa sin sentido?

- Piensen niñas, un concepto que nos identifique. (siempre me he tomado muy a pecho los nombres que le pongo a las mascotas, a mis muñecas, ¡A todo! Creo que tienen que ser muy significativos y no sólo porque sí).
Pues bien, parece que el sermón que les di no les había servido de nada, para pronto sale Ale Moreno, una niña muy simpática aunque en ese momento no me acusó gracia y dijo:
- ¡Ya sé! ¡Globitos y corazoncitos!

Justo cuando acababa de terminar de decir “tos” de la palabra corazoncitos yo ya estaba pensando en la estupidez de nombre que era eso, pero al mismo tiempo de que eso entró en mi cerebro todas gritaron:“siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii”
Ese fue el día en el que me derrocaron. No entendía por qué razón no le daban importancia al significado del nombre, el que iba a aparecer en el diploma que ganáramos, “Globitos y corazoncitos” no es que sonara mal pero no tenía nada que ver…

- ¿Por qué ese nombre? – pregunté.
- ¡Está padre! – me dijeron todas como si yo no entendiera.

El voto fue unánime, a excepción por la rubia líder pero no podía hacer más, necesitaba llevar al equipo por el buen camino y lo primero era demostrarles que la democracia era un valor primordial.

Pero odiaba el nombre, odiaba verlo en el pizarrón cuando escribían “hoy juegan Globitos y Corazoncitos contra Ositos Panda”. ¡Que asco! Los otros nombres también eran una barbaridad. Todo el mundo de niñas estaba contra mí.

Es un sentimiento indescriptible sentirte tan diferente a los demás y no entender por qué todos están de acuerdo con algo que te parece repugnante. Y peor aún es tener que forzar a adaptarte a esa situación con la que no estás de acuerdo. 

No podía entender cómo podía valerles un nombre y no pensar mejor y quedarse con la primera idea. ¡El nombre lo es todo! Pensaba.

A veces creía que yo era la que estaba mal porque todas creían diferente. Era tan fácil escuchar un nombre bonito y quedárselo sin pensar y comenzar a vivir y divertirse. Yo no podía divertirme con un nombre tan mediocre. Un nombre sacado de la nada, sin saber qué es lo que significa, a dónde me va a llevar y peor aún, saber que estará impreso en mi diploma para siempre. Ya no sé si quería ganar sólo por eso. Pero jugué.

Pateábamos la pelota tan lejos como podíamos y éramos un grupo muy unido, a decir verdad me gustaba tener a Ale con nosotras. Era una niña alivianada que nada le parecía mal y todo hacía de buena gana y con sonrisas. Parecía un cupcake. Yo era una hoja en blanco con miedo a empezar a escribir. Ella escribía y si se equivocaba agarraba otra. Yo no podía gastarme hasta saber lo que quería. Era desesperante verlas correr sin pensar en nada y yo no poderme quitar de la cabeza los estúpidos globos y los cursis corazones pero creo que ya lo dejé muy claro.

Quedamos campeonas creo… no pude disfrutar la victoria como quisiera pero así pasó.
Como tú y todo el mundo crecí. Seguía siendo esa niña obsesiva que necesitaba un concepto, una idea general para arrancar una tarea, un proyecto personal… así que ser creativa en una agencia de publicidad me vino muy bien. Siempre les insistía a todos que la campaña publicitaria debía de trabajarse bajo un concepto muy claro y definido.
En fin, algunos sabrán que me encanta revolver experiencias de la infancia ligadas a otros conceptos y hoy hablando del amor en la mañana pensé que soy una niña igual de ideática para enamorarme que para escoger un nombre.

 Así que a modo de juego enumeré las oraciones de los párrafos de arriba pero en vez de ponerle la palabra “nombre” le puse “hombre” y esto fue lo que obtuve.

- Quería un hombre que me marcara para toda la vida.
- Quería un hombre con el que me identificara.
- Un hombre que fuera significativo.
- Un hombre al que le diera importancia.
- Que me gustara el simple hecho de verlo (anotado en el pizarrón).
- Un hombre que valiera.
- Que no sólo fuera el primero que se te ocurrió.
- Que no fuera mediocre.
- Que fuera un hombre que eliges no sólo porque es bonito.
- Que no fuera sacado de la nada.

¿Hasta qué punto la obsesión por encontrar a la pareja perfecta nos impide jugar un divertido juego como lo hizo Ale y divertirse incluso si no ganas un diploma? ¿Cuánto tiempo es oportuno “esperar”? ¿Hasta qué punto la exigencia deja de ser sana?

Todas esas preguntas vinieron a mi cabeza y entendí que algo de razón debía de tener toda una multitud de niñas felices cuando yo era la única inconforme. Lo averiguaré un día, pensé. Y es que desde hace tiempo que vienen estas ideas a mi cabeza y saberme diferente a veces me hace pensar que “estoy mal” porque todos eligen a su pareja, se equivocan, tienen otra y son felices.

No declaro que yo soy infeliz pero es que no puedo conformarme con algo que no me llena. ¿Qué es más importante aquí? Creo que el punto radica en el que a veces dejamos de vivir por pensar tanto, nos quedamos estáticos ante el miedo de una elección, nos escondemos tras nuestras exigencias en vez de conocer a alguien como dice Elvis Crespo “suavemente”.  Observa a tu alrededor, a tu mejor amigo o amiga, a ese niño o niña que das por sentado porque siempre está contigo o a ese compañero de trabajo que le hace su luchita… todos son una posible historia… ¿Quiéres no vivirla por estar esperando a la persona ideal? No te estoy diciendo que te cases con él, te estoy diciendo que lo veas… que realmente lo veas y lo conozcas y te dejes convivir.

A veces entramos en un royo muy “intenso” de querer conocer a alguien justo como lo tenemos en la mente y tal vez esa persona no exista, o bien, no sea la indicada para nosotros. ¿Realmente sabemos lo que queremos? Por ejemplo, si jamás le hubiera puesto a mi equipo “Globitos y Corazoncitos” y si hubiera encontrado el nombre “perfecto”, no estaría aquí con ustedes platicando de mi trauma infantil, de hecho, ahorita no me estarían leyendo, estarían haciendo otra cosa y no tendríamos esta conexión cósmica que creo que tenemos ¿tú no lo sientes así? Entonces el dicho de “por algo pasan las cosas” no está tan gacho después de todo.

Ya me hice bolas. Continuando con los globos y corazones del asco, pensé en San Valentín y el escrito cursi que seguro me tenía que aventar para no quedarles mal con el día. Pero ¿qué puedo decir del amor?  – Me dirán ustedes por saber que estoy soltera –.

Lo que pienso es que muchas veces nos traumamos y diario estamos viendo lo que no tenemos. Si estamos solteras vemos románticas parejas dándose un beso y pensamos en nuestro interior cuándo seremos nosotros esa niña que se ve tan feliz. Y cuando estamos con novio estamos traumadas por ver a nuestras amigas que se van a ir de fin de semana todas a Las Vegas. ¿Quién entiende a los humanos? Igual con los hombres, ¿No les pasa a ustedes también? Díganme si no se sienten identificados con la idea de que se tardaron tres años en conquistar esa niña guapísima y ya que es su novia no valoran igual su belleza como cuando la veían de aparador caminando por la calle y no podían ni hablar. No sé tal vez no sea así pero me dí a entender?

Así pasa. Somos raros. (Jaja quiero que todos sean para no sentirme tan mal) pero en realidad así es. Yo ando con mis trips de pensar que tal vez le debo de bajar un poco a la exigencia de la idealización del “nombre” perfecto y divertirme con alguien que esté al lado mío y tengamos cosas afines, creces como persona, ganas un amigo y quien quite y pase algo diferente a lo que imaginabas, porque pasa algo mucho mejor.

Las fuerzas de la naturaleza actúan mientras estamos intentando escribir una historia diferente y nos sorprenden con momentos aún mejores.

Creo firmemente que no vamos a enamorarnos  de alguien que no conozcamos, así que dediquémonos a conocer al sexo opuesto (o el sexo por el que nos sentimos atraídos) explorar sus gustos y sus afinidades y ser detallistas. En mi experiencia les puedo decir que las mejores relaciones surgen de los mejores amigos.

Déjense de “no está tan chida del cuerpo” o “Dicen que es medio celoso” y ¡Conozcan! Salgan con ese niño que le han dicho que no siete veces o inviten a la hermana de su amigo que saben que tiene un crush con ustedes, total, no estás jugando con ella, la estás conociendo… en pocas palabras ¡Que comiencen los juegos!

Yo por ideática no disfruté mi torneo de Kitbol y ni me casé con él jajaja. Este 14  por ejemplo, pueden salir con alguien si quieren y pasársela bien. Créanme, se los digo como niña, nos gusta que nos inviten a salir ese día aunque en el fondo digamos que nos vale y que es pura mercadotecnia. ¡Que viva la mercadotecnia si ella me lleva a pasar un día especial!

Buscamos pretextos para evitar sentir, para no ser cursis, para no darle importancia al romance, al amor a una oportunidad para estar con alguien. Pero ahí andamos besando sapos de bar en bar.

Por eso ciudadanos, este 14 de febrero yo digo que no empiecen con “es que si la invito ese día va a creer que quiero con ella” y las niñas tampoco se pongan sus moños. ¡Salgamos! O si no va a ser hoy, al menos dedícale dos minutos a tu día a identificar todo aquello que tu corazón tiene adentro y te impide amar. Porque todos tenemos derrotas escritas en el corazón que nos hacen no entregarnos como nosotros sabemos y somos, y esas heridas, si afectan, no están cerradas, y si al contrario, te hacen ser mejor persona y hasta las agradeces… ya son hermosas cicatrices y parte fundamental de tu historia personal y del por qué eres tal y como eres.

 Y obviamente también consideremos que es día de la “amistad” no sólo de los Globitos y Corazoncitos, mira a tu alrededor, todos aquellos amigos que te han ayudado en el camino.

En fin compañeros voy a subir así este escrito, ya me harté de todos los borradores que tengo y que no subo porque “no estan perfectos” voy a dejarme de cosas, de ser la líder incómoda que se quedó con las ganas de un nombre perfecto y así se pudo haber quedado toda la temporada mientras todas las demás jugaban kitbol. (No hablo de que nos conformemos) Hablo de que a veces si vemos a alguien y no lo etiquetamos enseguida como “el hombre perfecto” ya no decidimos conocerlo más afondo pero ¿Cómo carajos sabremos si era o no si ni siquiera lo tratamos más a fondo por la barrera de haberlo etiquetado como persona casual?

Alguien muy sabio dijo “Nadie ama lo que no conoce” así que levántate del frío piso y juega. Este mensaje se autodestruirá en 10, 9, 8, órale agarra tu cel y márcale a esa persona que se te vino a la mente! (Y nada que en eso suena mi cel) jajaja broma.

Hasta la próxima, no olvides dejar tu comentario y los que me hicieron caso díganme cómo les fue. ¡Ah! Otra cosa… Pongan su mail en el comentario porque hay algunos que me han dado ganas de contestar y no sé cómo… los quiero, les mando polvitos mágicos hasta donde estén… aférrate a ese impulso de hacer algo extraordinario, después de dos minutos se baja la emoción y volvemos a ser personas normales y no venimos a este mundo a pasar desapercibidos.

Un beso a todos en este día y les mando todo ese amor tan grande que no es otra cosa mas que devolverles lo mucho que me han dado.


Los quiero lectores hermosos, los quiero con todo mi corazón y globitos. Jajaja.

jueves, 13 de febrero de 2014

CORAJE DE VIVIR


Amanecí, me puse unos pantalones de rayas blanco con negro (quería estrenar mis zapatos escolares que seguro a nadie le gustan pero los amé en secreto y los pagué antes de que Yull me dijera lo horribles que estaban) Eran míos antes de que alguien pudiera juzgarlos, ya en mis pies no dejaría que los ofendieran. Los pantalones no le hacían justicia a la hermosura de zapatos… me cambié. Cambié pensando “Lucía, necesitas algo más…”

            Claro, de pronto uno sabe que lo que tiene no es suficiente y que cuesta trabajo cambiarlo pero es necesario y ¿Saben por qué? Me levanté con grandes deseos de ser feliz.

            Tomé un pedacito de brownie que hice ayer y luego… y luego tomé más… “Le voy a llevar a Lupita y a Ale” son las que se encargan de que el edificio de la oficina esté lindo y además son mis amigas. Así, una vez que ya tenía la trenza echa y mi camisa de cuadritos puesta, tomé mi llavero nuevo y me subí al Chevy.

            “Por la señal de la Santa Cruz…” comencé a rezar como todas las mañanas. “Dios, amanecí de genio, y en realidad todo en mi vida va bien… pero traigo genio, es algo meramente y cíclicamente hormonal pero no quiero que mi mal humor apague mi día porque realmente quiero tener un buen día hoy… ¿Me ayudas? ¿Me ayudas a controlarme?”

             Busqué en Youtube “Música para relajarme en el trabajo” y fui por café. Ahí estaba Ale quien pronto me sirvió una taza. Le dije de los brownies… me regresé a trabajar.

            Sorbí el café. Sorbí el café y me acordé de ayer en la noche mientras me tomaba una cerveza con un amigo y jugábamos a “¿Qué nos hace felices?” Él decía una cosa y luego otra… mi primera cosa que me hacía feliz la conté así:
           
            Me hace feliz llegar al trabajo, servirme un café, darle un sorbo y que me entre un contentismo tal, que pueda escribir una novela en ese segundo porque la inspiración explota cinco minutos antes de que suene el teléfono o algo me interrumpa… amo, amo y me hacen muy feliz esos cinco, diez, o quince minutos de la mañana donde puedo conectarme conmigo misma y escribir desde las entrañas sí señor…

            Tomé el sorbo recordando lo de ayer y empecé a escribir este intento de letras. Amo escribir, amo conectarme contigo, amo el contentismo, amo la inspiración, tengo tantas historias en mi cabeza, tantas cosas que contar, quisiera un mes encerrarme en un hotel sólo para escribir sin que nada me interrumpa más que Beethoven, Mozart, algo de trova… Air Supply.

            Tengo todo que decir y de pronto a veces los ciclos de la vida son tan rutinarios que no logro conectarme conmigo misma cuando tengo el tiempo de escribir (porque siempre tenemos tiempo para hacer lo que amamos pero no siempre logramos tener los ingredientes en ese instante…) y así pasa el tiempo y me desespero, como si mis letras quisieran salir de mi cuerpo y las aprisionara con la rutina…

            Por eso hoy de mañana, valiéndome todo lo que tengo que hacer… me dejé sentir. ¿Cómo no hacerlo? Y me acordé que si lo que me hace feliz es esto, necesito respetarlo. Necesito amar lo que amo. Necesito desbordar todo el amor que tengo adentro porque “La felicidad sólo es real cuando es compartida…”

            Quiero decirles tantas cosas… tantas y tantas cosas… espero, con fuerza de voluntad, paciencia e intentando conectarme conmigo… poderte compartir lo que adentro me hace tan feliz y contagiarte todo el amor por la vida que me mantiene así… con ganas de que aunque amanezca con genio… pueda transformar mi día porque quiero, porque puedo y porque me da la gana…

            A ser felices compañeros de vida… que la rutina no tiene por que ser la antagonista de nuestra vida sino una aliada que a veces no valoramos. Que viva este día… que todo les salga increíble. Los quiero.
jijijiji Los quiero.

Les dejo la música que encontré para relajarse en el trabajo.